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Isco se reengancha al Real Madrid para engancharse a la Eurocopa

Suplente durante un año, el malagueño reacciona para ganarse un sitio primero en el Real Madrid y después en la España de Luis Enrique, que siempre confió en él. Ha realizado dos minipretemporadas en noviembre que le han puesto en forma

Isco se reengancha al Real Madrid para engancharse a la Eurocopa
Paris Saint-Germain's French defender Presnel Kimpembe (L) challenges Real Madrid's Spanish midfielder Isco during the UEFA Champions League group A football match Real Madrid against Paris Saint-Germain FC at the Santiago Bernabeu stadium in Madrid on November 26, 2019. (Photo by GABRIEL BOUYS / AFP)
Tomás González-Martín el

Tomás González-Martín  @tgm46
Parecía irrecuperable. Zidane habló muy claro con Francisco Alarcón en el verano. Iba a ser suplente y tendría que aprovechar sus oportunidades si se quedaba. Había recibido una oferta de Guardiola para marcharse

(Sus oportunidades. Primero, con Ancelotti: empezó como titular con el italiano, pero su falta de rendimiento ante los grandes le hizo perder el rango)

Su falta de forma era alarmante. La «bronca» calmada que Zidane lanzó a la plantilla en los días siguientes, cuando se ganó en Estambul 0-1 y se salvaron los muebles de la Champions, fue justa, necesaria y decisiva para muchos futbolistas que vieron las mismas orejas del lobo que acechaba a Zinedine. Hubo una reacción general del equipo. Isco se ha subido al carro.

(El Real Madrid no puede mantener en el futuro dos suplentes de lujo como Bale e Isco. O se ganan el puesto o su futuro estará lejos del Bernabéu en junio, salvo que se aferren a su contrato sin pensar en su situación futbolística)

El malacitano era suplente fijo desde que se enfrentó a Solari hace un año. Lejos queda su titularidad brillante con Lopetegui, primero con España y luego en el Real Madrid. Su antagonismo con el técnico argentino le llevó a no luchar por jugar. Gran error. No estaba en forma cuando Zidane regresó al mando en marzo. El francés le dio algunas oportunidades durante la primavera, pero Isco no estaba para ser titular. La historia se ha repetido esta temporada, perjudicado por la lesión. Hasta que la situación complicada del equipo blanco en octubre y la realidad crítica de su propio futuro personal le hizo cambiar de registro. Debía cambiar.

Tenía que entrenarse con dureza para volver a ser Isco. Para volver a ser alguien en el Real Madrid y en la selección española. Su reto es estar en la Eurocopa. El regreso de Luis Enrique, que siempre confió en él, es un acicate para su mejoría. Está ilusionado con ese objetivo.

(La era Zidane: se ganó el puesto en la segunda campaña del francés. Conquistó la Liga y la Champions en 2017. Después no mantuvo su nivel)

Robert Moreno no contó con el malagueño, aunque es cierto que su suplencia desde la etapa de Solari, las lesiones y su flojo estado de forma lo hicieron imposible en este último año natural.
Pocos creían en él. El transcurso de un año en la oscuridad ha significado que muchos le consideren irrecuperable. «Tiene más michelines que yo», decían sus críticos. «Parece que juegue un partido de solteros contra casados», remataban. Sin ser un futbolista que destaque por su poderío biológico, hoy presenta un cuerpo enjuto.

(Un frontón con Solari: tras ser titular fijo con Lopetegui, la llegada de Solari le dejó en la suplencia, pues no se había recuperado de una lesión y le pidió que se pusiera en forma. El enfrentamiento vivido en Éibar fue decisivo. Isco bajó los brazos. Gran error. Volvió Zidane y no estaba a punto)

Zidane aprovechó el aplazamiento del clásico para realizar una minipretemporada en la que Francisco Alarcón se puso el primero de la fila. El último periplo de selecciones permitió al malagueño, otrora internacional fijo, llevar a cabo una segunda pretemporada de dos semanas de definición física.
El resultado es evidente. Ante el PSG ejerció muy bien como media punta, entre líneas, su misión idónea, durante setenta minutos. Isco desea recuperar el tiempo perdido, que es demasiado, trece meses.

-No podía continuar así-
Zidane tiene planificado presentar cuatro centrocampistas en los grandes partidos y el andaluz vislumbra hueco en ese sistema como vértice más avanzado del rombo. El entrenador apuesta por quitar ese tercer punta en los encuentros complicados, en detrimento de Bale, y el malagueño aspira a ocupar la plaza del galés. Rodrygo no es un problema. Tendrá muchos minutos a lo largo de la campaña, pero en los enfrentamientos de alto nivel, como el próximo clásico, Zizou se agarrará a la veteranía.

(La oferta de Guardiola: el entrenador del City le quiso fichar en el verano. No quiso irse, porque sería padre por segunda vez y la familia prefería quedarse en Madrid)

Isco se juega mucho en los siete meses que restan de campaña. Su porvenir en el Real Madrid y en la selección española. Hace dos temporadas, cuando ganó Liga y Champions con Zinedine, firmó contrato hasta 2022. Desde que Lopetegui se marchó en octubre del pasado año no ha tenido protagonismo. Y un futbolista internacional como él no puede continuar otro curso en el anonimato. Solo suma 324 minutos de competición y tres partidos como titular en su equipo. Si no vuelve a rendir, será transferible en junio. Lo sabe. Y la oferta del Manchester City sigue perenne.

La Eurocopa es el reto paralelo que potencia su trabajo en Valdebebas. Fue titular y disputó todos los minutos con España en el Mundial de Rusia y quiere recuperar ese protagonismo. No desea sufrir las decepciones del Mundial de Brasil y de la Eurocopa de Francia, fases finales a las que no acudió aunque disputó bastantes partidos de clasificación.

Cumple 28 años en abril. Se encuentra en la madurez que marcará su carrera. Para estar en la Eurocopa necesita ser importante en el Real Madrid. Zizou le ha hecho un guiño. Puede ser el hombre que, junto a Rodrygo, siente a Bale. Una cosa es segura: Bale e Isco no continuarán juntos la próxima temporada en el Real Madrid. Dos internacionales de lujo en la reserva es eso, demasiado lujo.

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