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Gareth Bale, búsquese un traspaso, en el Real Madrid no va a jugar más

Zidane le ha dicho con sus descartes que no cuenta con él; la entidad tiene la misma postura: si se queda, cobrará su dinero, pero solo eso

Gareth Bale, búsquese un traspaso, en el Real Madrid no va a jugar más
Soccer: La Liga - Real Madrid V Eibar Bale of Real Madrid in action during La Liga Spanish championship, football match between Real Madrid and Eibar, April 06h, Santiago Bernabeu stadium, in Madrid, Spain. 06/04/2019
Tomás González-Martín el

Zidane ha dado la puntilla a Bale. Sus decisiones dicen claramente que no cuenta con él y así se lo hace saber. No fue convocado frente al Villarreal y ahora también le ha descartado para el partido de mañana frente a la Real Sociedad. El técnico no quiere tenerlo en su plantilla y toma medidas de fuerza. Su misiva, su misil, es directo: que se busque equipo. Su carta es clara: que se busque un traspaso.

Hay que decirlo con sinceridad: en el Real Madrid están hartos de Bale. Están cansados de su carencia de actitud. Están hastiados de su aburguesamiento. Están dolidos por su falta de interés, por esa manera de parecer decir que todo le da igual. No pone energía en el campo cuando juega. Todo lo contrario que Brahim, que es un dispendio de fe, de pundonor de ganas de triunfar.

Benzema y Brahim, son los polos opuestos de Gareth. Debería fijarse el galés en la voluntad de Karim, que con su misma edad, incluso unos meses mayor, demuestra su deseo de gol, su anhelo por mejorar. Su preparación para perder cinco kilos fijos y crear un cuerpo fibrado es el espejo que Benzema muestra a los demás para imitarle. Bale no ha hecho nada de esto. No muestra ilusión por jugar en el campo. Ve que el rival ataca y tarda media hora en bajar a ayudar para robar balones. Brahim lo hace desde el primer minuto. Vallecas no ofreció esa visión. Allí se acabó Bale. Supuso el hartazgo final.

No es casualidad que Solari acabó mal con Bale y que Zidane acabó mal con Bale hace un año y ahora vuelve a sentenciarle. En ambos casos, la falta de disciplina del británico y su ausencia de entrega significaron el hartazgo de amos entrenadores.

Hablemos claro, porque los hechos son tan evidentes que ya no hay que resguardar situaciones privadas. Zidane le ha dicho en sus convocatorias al británico lo que el club también piensa desde los despachos. Todos opinan lo mismo. No le ven solución. El jugador no reacciona ni aunque le cambien y le sienten.

Todos los datos expresan la mala actuación de Bale y su agente en esa realidad. Cuando un apoderado como Barnett amenaza al decir que Bale desea seguir y solo se irá si le pagan más que aquí, es decir, “muchísimos millones”, sus palabras solo delatan la única verdad que tienen en su cabeza: Bale y Barnett no dicen ni una palabra de mejorar en su juego, el representante solo responde con el argumento defensivo del dinero que gana y que desea cobrar siempre, el que tiene firmado hasta 2022. Y no quiere perder ni un euro, ni una libra. Esa postura, sin expresar un ápice de anhelo por jugar mejor, lo dice todo.

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