El París Saint-Germain hace trampas desde hace lustros en el fútbol francés y especialmente en el fútbol europeo, que es el que nos atañe. Acaba de fichar a Messi, con un suelo de 36 millones netos, que son 55 brutos, duante dos años. Ha pagado 60 millones por Achraf. Ha contratado a Donnarumma, Wijnaldum y a Ramos, quien cuesta 14 millones al año. Su deuda ha crecido hasta los 400 millones reales. Y tiene un presupuesto de 660 millones.
Con estos números, todos rojos, creciendo la deuda el doble, ninguna empresa del mundo podría fichar a nadie. Al revés. Una empresa normal vendería para reducir costes. Pero el PSG no es una empresa normal. Ha podido fichar a todos estos futbolistas gracias al apoyo económico externo, que en el caso del club parisino es oficial, estatal, del Estado de Catar.
Tiene el apoyo del emir de Catar, en un país que es antidemocrático, que es una dictadura clásica árabe del petróleo, con un emir y su familia real, sin un parlamento en el que haya partidos políticos que puedan criticar a quien manda. Porque si hubiera un parlamento, nadie podría destinar dinero a un club, ya que sería criticado desde la tribuna de un parlamento democrático. En una democraciam, ese dinero es del Estado,
público, y no se regala por caprichos, como sucede en este caso y en el del Manchester City, con empresas oficiales de Kuwait como grifo financiero.
Catar apoya al PSG porque lo ha convertido en su equipo nacional de fútbol radicado en el continente más potente de este deporte. El dilema es que ese club compite contra los demás equipos europeos sin más dinero que el suyo, exceptuando el City, que vive similar privilegio ilegal. Y eso lo permite la FIFA y la UEFA.
El colmo de este disparate es que al-Khelaifi, presidente del París Saint-Germain, es también el presidente de los clubes europeos, la ECA. Es quien rige los destinos de los clubes continentales en contra del Real Madrid, el Barcelona y la Juventus, líderes de la Superliga. Menudo ejemplo se ha elegido como espejo de los clubes, un equipo que despilfarra el dinero y nunca ha ganado la Champions. Un club que estaría en quiebra si no fuera por el Estado de Catar.
Javier Tebas denuncia esta tropelía constantemente y lo ha hecho en diversas ocasiones ante Ceferin, presidente de la UEFA, en público y por escrito.
Es el único punto vital en el que el presidente de la Liga española concuerda con Florentino Pérez y Joan Laporta. Y coinciden porque es una realidad indiscutible. La Champions está viciada. Hay dumping financiero. El PSG se ha gastado todo ese dinero para ganar la copa de Europa por fin. Como no la gane….
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