El Real Madrid del nuevo Bernabéu espera ingresar mil millones al año a partir de 2023, la cifra que hoy ya habría presupuestado la entidad si la pandemia no hubiera frenado esa evolución. El estadio debe estar acabado en diciembre de 2022. Desde ese momento y a partir del año natural de 2023 el Real Madrid espera ingresar por la conversión del campo en una pista abierta para toda clase de eventos unos 165 millones como cifra inicial.
En esa situación, en el año natural que comienza el 1 de enero de 2003, el club espera ya contar ese año con todos sus ingresos de merchandising a tope. La previsión es que generarán otros 400 millones anuales. Hay que tener en cuenta que en ese equipo ya podría estar Mbappé, entre otras nuevas figuras. Los contratos de televisión y los ingresos por partidos vivirán también un crecimiento, planificado en 370 millones, un apartado que aumentará ostensiblemente a rebufo de esas contrataciones de jugadores y en sinergia con la gran obra del Bernabéu.
En el mismo sentido, los contratos publicitarios aumentarán de forma muy relevante con el capítulo mercadotécnico del nuevo coliseo y esas adquisiciones de futbolistas. El Real Madrid ya contaba con tener hoy mismo con los 1000 millones de presupuesto si no hubiera surgido la pandemia. El presupuesto de esta campaña es de 695, 35 más que hace doce meses. Si el coronavirus no produce otro parón, dentro de dos años naturales los mil millones de ingresos serán una realidad y permitirán presupuestar esa cantidad.
El sábado, los socios deben aprobar en asamblea extraordinaria el nuevo crédito de 220 millones para pagar la obra más espectacular del Bernabéu, ese césped flotante que será guardado, cuidado y regado en una bodega que acogerá las seis tiras de hierba que forman el campo de fútbol. Esa alta tecnología es cara. Colocará el césped cuando haya fútbol y lo retirará durante los otros seis días de la semana para convertir el Bernabéu en un centro de eventos, conciertos, presentaciones, partido de la NBA, de rugby americano, de hockey sobre hielo, de tenis y de toda clase de ferias, congresos y actos.
Ese centro neurálgico significará que el Real Madrid podrá conseguir esos 400 millones de euros por muchos conceptos, desde el alquiler periódico del estadio durante 340 días del año a la producción de múltiples contratos publicitarios.
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