El Madrid tiene fondo de armario, el Barcelona tiene polillas

El fútbol es grande porque es impredecible y el Barcelona puede ganar la Liga, la Champions y la Copa porque un Messi en plena forma es capaz de ganarlo todo él solito, como ha hecho en años anteriores, pero la cruda realidad de este primer tercio de temporada, que consolida la tendencia comenzada por Zidane desde el 4 de enero de la pasada campaña, es que el Real Madrid posee mucha mejor plantilla que el conjunto azulgrana y las rotaciones constantes le han dado al conjunto blanco la Champions, la Supercopa de Europa y el actual liderato liguero.
La verdad es que el Real Madrid posee cuentan con mejores jugadores en el banquillo que el Barcelona y la propia estima que Zidane demuestra con ellos implica que sean aún mejores, porque adquieren confianza al recibir minutos y protagonismo, mientras que Luis Enrioque hunde en la miseria a sus suplentes, en los cuales no cree. Y lo demuestra con su ostracismo.
Los datos, como el algodón blanco, no engañan. Maiano es el vigésimo segundo jugador por minutos disputados de la plantilla madridista, que componen veinticuatro hombres, y está reconocido como un delantero que solo requiere tener más competición. Suma cuatro partidos, 135 minutos y cuatro goles. Compren esto con Alcácer. Por delante del joven artillero madridista se encuentran en participación Danilo, Nacho, Morata, Lucas, Pepe, Casemiro, todos ellos cotizados y en plena forma. Juegan cada semana. Y rinden. Sea en Liga, en Champions, en la Supercopa de Europa o en la Copa, todo ellos triunfan. Y el Real Madrid reparte esfuerzos con solvencia.
En el Barcelona, por el contrario, se cuentan con los dedos los suplentes que tienen minutos, y todos por obligación, al caer lesionados Iniesta, Alba y Mascherano Umtiti, Digne, Denis, Arda, Alcácer y poco más. Y solo Umtiti y Digne han alcanzado un buen nivel. No hay banquillo. Luis Enrique solo confía en los curtidos, el tridente más Busquets, Rakitic, Piqué, Alba y Mascherano. No cree en el banquillo. O no lo tiene. O al no concederles confianza a los reservas, también los hunde. Miren el caso de Alcácer. Le viene grande el Barcelona porque no ha disfrutado de confianza. Alcácer necesitaría un Zidane que le otorgara crédito.
Con Zidane vivimos todo lo contrario. Danilo es la competitividad de Marcelo. Pepe y Nacho presionan a Ramos y Varane. Kovacic se gana la fe del técnico. Casemiro ya se la ganó. Isco ha despertado al ver tanta competencia. Asensio sale y destaca. Morata pone a Benzema a los pies de los caballos. Lucas pone a todos a los pies de los caballos. Kiko Casilla ha demostrado que es un gran guardameta e incita a Keylor a ser mejor. Y James se ve atosigado ante tanto buen futbolista para cubrir su puesto. Es el mundo al revés. Zidane ha ganado esta partida a Luis Enrique. Después, el fútbol y Messi pueden dictar otra sentencia en mayo y junio. Pero el Barcelona depende tanto de Leo que es peligroso. Zinedine no depende de un jugador. Tiene todo un plantel que rinde. Enorme diferencia.