Muchos aficionados no entienden que los clubes traspasen a ciertos futbolistas de la cantera y años después paguen por el derecho de recompra. Hay jugadores a los que simplemente se les cede, como es el caso de Marco Asensio y de Coentrao, que ahora pueden regresar gratuitamente al Real Madrid. Cuando se traspasa a un canterano con derecho de recompra hay dos argumentos. El primero, el respeto a un futbolista que ha estado varios años en el club y que pide ser traspasado, no cedido, para negociar un contrato con su nuevo club y dejar abierto su retorno si hay un abono de recompra, hecho que significará que su antigua casa le valora de verdad al pagar por él. Y el segundo argumento es que la transferencia supone que no tiene por qué volver al Real Madrid al cabo del primer año por obligación, sino que solo retornará si hay un pago. Morata, Carvajal y Casemiro fueron traspasados en distintos momentos a equipos extranjeros, se sintieron jugadores de esos clubes a todos los efectos y volvieron porque el Real Madrid pagó por ellos.
¿Y por qué paga el Madrid para poder recuperarlos? Primero, porque esos equipos han abonado un traspaso, sea poco o mucho. En el caso de Morata, la Juventus abonó veinte millones de salida. El Real Madrid satisfizo económicamente el retorno de Casemiro, el de Carvajal y ahora sufragará el de Morata, 30 millones, porque el hecho de ficharlos de vuelta expresa el reconocimiento de que el objetivo de darles minutos para explotar todas sus virtudes ha dado su fruto. Es la confirmación de que esos clubes a los que se marcharon han hecho la labor de fogueo que se les pedía. Es la reafirmación de que esa continuidad de partidos que necesitaban (y necesitan) los canteranos les ha revalorizado al sacar de ellos todo el rendimiento que el Real Madrid auguraba que tenían. Minutos, partidos, que en el conjunto blanco era muy difícil que tuvieran, pues el Real Madrid exige títulos y no es un plantel que pueda esperar a que los canteranos se curtan.
Ahora, Morata vuelve por 30 millones. Y su valor es de 50 millones. Si el Real Madrid quiere, podría obtener ese dinero por su traspaso al Chelsea de su mentor Antonio Conte (lo recomendó para la Juventus), al Arsenal de Wenger o al United de Mourinho, que le conoce bien y también le pretende. Zidane cuenta con él. Si le gusta en la pretemporada, se quedará en el Real Madrid. Solo el fichaje de Neymar cambiaría esa situación. Se queda o se vaya, la realidad indiscutible es que el traspaso con derecho de recompra de Morata, como el de Dani Carvajal, como el de Casemiro, ha sido un éxito.
Jesé debe plantearse la conveniencia de marcharse, disfrutar de minutos y demostrar su nivel. Lucas Vázquez, cedido al Español y recuperado para explotar todas sus características en el Real Madrid, es otra demostración de que muchas veces hay que marcharse para decir quien eres y ser recuperado por tu club con otro cartel.
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