Tomás González-Martín el 19 abr, 2017 Tiene 32 años y la ilusión de cuando celebró sus nueve años y lloraba porque no marcaba gol en el Andorinha de Funchal. Ese es el único secreto de Cristiano, mantener la ilusión por ser el mejor jugador del mundo. Suma cuatro Balones de Oro y quiere ganar el quinto. Comenzó la temporada como un coche de gasoil, despacito, obligado también por su lesión de rodilla en la final de la Eurocopa. Lleva años empezando como un diesel para ascender su rendimiento paulatinamnte hasta llegar a su mejor forma a partir de febrero. Así sucedió en la campaña pasada, cuando conquistó Champions, Supercopa de Europa, Mundial de Clubes y la Eurocopa con Portugal. Y ahora persigue los mismos parámetros de eficacia. Ronaldo se encuentra en su mejor momento. Ha marcado cinco goles de los seis anotados al Bayern en cuartos de final. Lleva cien en la Copa de Europa, plusmarca histórica. Y sus enemigos no pueden soportarlo. Sí, muchos dijeron hace dos años que el portugués estaba acabado. Eran más deseos que hechos veraces. Cristiano cae mal porque no es un falso humilde. Ha tenido que pelear mucho para salir de lo más bajo y eso marca. O te hundes, como le sucede a la abrumadora mayoría, o sobrevives para convertirte en un líder, porque has sufrido experiencias que muchos no pasaron. Hoy acumula una treintena de goles en el Real Madrid, cifra que firmarían para siempre el 99,9 de los futbolistas del orbe, y muchos le critican porque no alcanzará esta temporada los 50 que definen curso a curso su trayectoria desde 2010. Especialmente no llegará a los 50 porque el delantero ya no juega todos los partidos y no sale a rematarlo todo con la ansiedad de antes. Juega más para el equipo. Es alucinante. Solo Ronaldo y Messi son capaces de superar esos números cada año. Y al luso le acusan de estar en decadencia. El discurso viciado, parcial, de forofo de bar, de antimadridista irredento, de subrayar que Ronaldo está acabado, es simple, ventajista. Tiene 32 años y está claro que en unos años dejará de rendir como le hemos visto durante tanto tiempo. Es mera cuestión de edad y de desgaste. Como le sucederá también a Leo Messi. Pero el ridículo constante escuchado desde hace tres años del final de Cristiano es enorme. No se escucha lo mismo de Messi. Y Ronaldo ha contestado cada vez con goles. El 3-0 al Wolfsburgo, decisivo para ganar la Undécima. Sus dianas en el Mundial de Clubes de Japón, determinante. Su golazo de golpe franco al Sporting de Portugal. No vamos a exponer ahora cada uno de los casi 400 tantos que el luso lleva en la casa blanca. Ronaldo continúa siendo una estrella que muchos quieren apagar. Otros temas Comentarios Tomás González-Martín el 19 abr, 2017
Fichar en invierno significa que la plantilla se hizo mal en verano: en el Real Madrid las bicicletas, como Mbappé, son para el verano
El enemigo de Real Madrid, Barcelona y otros grandes es la proliferación de los clubes estado pagados por dictaduras
Gento juega en el cielo junto a Kopa, Rial, Di Stéfano y Puskas, los cinco ángeles de la mejor delantera de la historia
La FEF y sus barras de medir: se aplaza el Betis-Sevilla por agresión pero no se suspendió el clásico con el lanzamiento de botellas y un cochinillo a Figo. El juez era el mismo, Medina Cantalejo, ahora presidente del Comité de árbitros
El Real Madrid venció 3-2 al Barcelona, le saca mil puntos en Liga y el barcelonismo es alucinantemente feliz: “Ya competimos”, dice Piqué