Tomás González-Martín el 08 oct, 2015 Blatter (presidente de la FIFA) Platini (presidente de la UEFA), Valcke (secretario general de la FIFA) y Chung Mong-Joon (exvicepresidente de la FIFA) han sido suspendidos y condenados (el surcoreano) por corrupción y actuaciones criminales al frente de los dos organismos más potentes económicamente del fútbol mundial. ¿Y que tienen que ver estos individuos con el Real Madrid? se preguntará el aficionado del Real Madrid. Afortunadamente nada. Pero la burla grotesca que Joseph Blatter hizo de Cristiano Ronaldo hace dos años en Gran Bretaña, bailando como Chiquiliquatre y riéndose de su peinado dejaron claro que el máximo responsable de la FIFA estaba chocheando, desenfrenado. No era un hombre para dirigir el fútbol mundial. Por primera vez en su larga historia de 113 años, el Real Madrid tuvo que enviar una carta al presidente de la FIFA para exigirle una gran rectificación por su menosprecio al que sería elegido por segunda vez mejor futbolista del mundo unos meses después. En efecto, Ronaldo recibió su segundo Balón de Oro en enero de 2014. Y Blatter tuvo la cara de acudir a entregárselo después de decir al Real Madrid que no había intentado menospreciar al portugués. En la FIFA pasaban vergüenza por las excentricidades de su dirigente. Ya no estaba para dirigir nada, lo tenían claro. Seguía ahí, todos lo sabían, para proteger y mantener la concesión de los Mundiales de 2018 y 2022 a Rusia y Qatar. Para taponar la investigación de la venta ilegal de contratos televisivos y entradas en Suramérica y Asia. Para esconder, en fin, toda la traa corrupta que es la FIFA. En la sede de la FIFA nunca habían sufrido ningún ridículo tan mayúsculo, reconocían al Real Madrid. Blatter también tuvo que otorgar al luso el tercer Balón aúreo de su carrera en enero de 2015, cuando el dirigente suizo ya estaba tocado, camino del hundimiento. Al final, fue aquella pantomima que hizo sobre Cristiano la que le colocó a los ojos del mundo como un vetusto directivo pasado de años y fuera de la normalidad. Aquella imagen bailando le hizo más daño que toda la corrupción latente por la concesión fraudulenta de Copas del Mundo y de la venta de contratos televisivos y de entradas con precios irrisorios que después se revendían por astronómicos. Cristiano tenía una fuerza muy alargada, extensa, potente. El menosprecio que le hizo Blatter le ha pasado una factura muy cara al hoy expresidente de la FIFA. Su Balón de Oro fue un golpe de peso sobre la cabeza del helvético. Eligieron a Cristiano el número uno aunque el jefe de la FIFA votaba por Messi. Es ese manejo constante de los premios, de los Mundiales, de las televisiones y de la venta de paquetes de entradas la enorme causa que ha condenado a Blatter al ocaso. Otros temas Comentarios Tomás González-Martín el 08 oct, 2015
Fichar en invierno significa que la plantilla se hizo mal en verano: en el Real Madrid las bicicletas, como Mbappé, son para el verano
El enemigo de Real Madrid, Barcelona y otros grandes es la proliferación de los clubes estado pagados por dictaduras
Gento juega en el cielo junto a Kopa, Rial, Di Stéfano y Puskas, los cinco ángeles de la mejor delantera de la historia
La FEF y sus barras de medir: se aplaza el Betis-Sevilla por agresión pero no se suspendió el clásico con el lanzamiento de botellas y un cochinillo a Figo. El juez era el mismo, Medina Cantalejo, ahora presidente del Comité de árbitros
El Real Madrid venció 3-2 al Barcelona, le saca mil puntos en Liga y el barcelonismo es alucinantemente feliz: “Ya competimos”, dice Piqué