No es la primera vez que Joseph Blatter hace el ridículo más espantoso al frente de la FIFA. Ni el fútbol mundial puede estar peor dirigido ni el Real Madrid tiene que aguantar que este dirigente, vetusto, trasnochado, antiguo, con el reloj desnortado, pueda continuar al frente del máximo organismo del fútbol universal. Blatter debería dimitir ahora mismo si tuviera un mínimo de educación profesional y deportiva. No puede continuar al frente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado. Criticar, ridiculizar a un futbolista de la profesionalidad de Cristiano es un atentado contra todo lo que él pregona desde la sede suiza de la FIFA, allí, donde se pagan pocos impuestos y se responde poco de los actos propios, todo encubierto en ese aura de secretismo del país, que tan bien le viene a la FIFA y al propio Blatter. Ronaldo es un ejemplo de sacrificio para los niños. Usted, “Josito” Blatter, no es un ejemplo de nada. Ustedes, los dirigentes FIFA, dan una imagen de vividores que solo es comparable con los otros vividores del COI que votan cada cuatro años la sede de los Juegos Olímpicos. Hagan ustedes una encuesta privada, y en cada país, entre todas las federaciones nacionales que forman la FIFA y verán lo que opinan de él. No lo dirán nunca públicamente, claro.
Es, Cristiano, un chico humilde, procedente de una islita, Madeira, perdida en el Atlántico, que jugaba tan bien, con tanto acierto, con tantos goles y con tantas ganas que fue cazado por el Sporting de Lisboa. Podría haberse quedado en el balompié luso, no ascender, no alcanzar su fama planetaria. Pero el Manchester United disputó un partido amistoso en Lisboa y Alex Ferguson se quedó prendado del arrojo, la velocidad, el carácter y el remate de aquel niño enjuto, delgado, rabioso, que se enfadaba cada vez que disparaba y no marcaba. Y eso que anotaba bastantes goles.
Ferguson dejó claro quien era y es Cristiano. Sir Alex dice incluso que CR7 ha alcanzado en el Real Madrid un nivel de madurez futbolísitca que no llegó a tener en el United. Le elogia por su constancia y su entrega. Llega Blatter y se mofa de tonterías, nunca de su rendimiento. El presidente de la FIFA demuestra con ello su superficialidad, su falta de visión de lo que representa Ronaldo. Todos los entrenadores afirman que lo que más destaca en Cristiano es su ansia por ser cada día mejor. Sus compañeros lo ratifican con admiración. Usted, Blatter, nunca ha sabido lo que es eso. Ni lo sabrá. Si usted es el representante del fútbol mundial, que le echen o que el fútbol deje de ser fútbol y se reconvierta en otra cosa, empezando por cerrar la FIFA, esa merienda de negocios que utiliza el balón como justificación. Usted, Blatter, se merece la tarjeta roja permanente. Pero usted no se la sacará a sí mismo. Quizá no encuentre ni el bolsillo.
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