Vive una segunda juventud a los 32 años. «Es el mejor Benzema de toda su era en el Real Madrid y eso es decir mucho», señala un profesional del club. El francés reflexiona que está en su mejor momento como futbolista y como persona.
Decidió el derbi con un gol de «nueve» puro, de esa posición que pocas veces ejerce en su anhelo por crear fútbol con los centrocampistas. Tiene mentalidad de director de juego, no de asesino del área, y se nota.
“Es un diez que juega de nueve”, subraya siempre Florentino Pérez, el hombre que en 2009 viajó a casa del joven Karim, en los suburbios de Lyon, para ficharle. En la habitación del chaval colgaba un gran póster de Ronaldo Nazario de Lima, su ídolo. Quería jugar en el Real Madrid y lo consiguió.
Once años después, el pasado sábado, ese chico, ese hombre, un futbolista consagrado, sentenció el partido con el Atlético porque su equipo necesitaba un ariete y Benzema aparcó su amor por ser el diez para ejercer de nueve. Zidane le exigió vivir en el área para aprovechar los pases de los extremos, Vinicius y Lucas, recién entrados al campo. Lo hizo en un disparo a bocajarro, al primer toque, estilo Hugo Sánchez, tras un buena jugada entre Vinicius y Mendy.
—Suma 18 tantos en la temporada, 13 en Liga, uno menos que Messi; es su primer gol al Atlético en el Bernabéu—
Era su decimoctavo gol de la temporada, el decimotercero en la Liga. Solo Messi le supera en el campeonato español. Lleva disputados 29 partidos y 2.322 minutos. No quiere descansar. «Si jugara en el área llevaría muchos más goles», indica un hombre de la cocina blanca. Es el primer tanto que el francés ha marcado al Atlético en el Bernabéu, dato que expresa la dificultad que Simeone ha planteado siempre en el estadio madridista.
Esa tendencia de bajar para construir fútbol con Modric y Kroos significa que es irregular ante el gol. Es lo que sucedió en el primer tiempo ante las huestes de Simeone. Cuando Valverde y Mendy penetraron por las bandas y centraron, no estaba en el área. Había bajado a ayudar porque los rojiblancos estaban mejor.
Todo varió en el segundo tiempo. Se situó como punta nato. Y acertó ante Oblak. Su última diana en la Liga la había conseguido en Mestalla, el 17 de diciembre, al fusilar aquel balón suelto tras el cabezazo de Courtois que supuso el empate en el último minuto. Tras un mes de sequía, el «nueve» oficial del Real Madrid anotó ante el Zaragoza en la Copa y ante el Atlético en la Liga. Decidió tres puntos muy complicados que pueden decidir un título.
Se encuentra físicamente en gran estado de forma. Su club piensa extender el contrato de «Karim» un año más, hasta junio de 2022, con una mejora económica. Tendrá entonces 34 años.
Era silbado hace unos años, con Ancelotti y con Mourinho. Pagaba las culpas de los fallos del equipo. El público no valoraba que su fútbol de escudero hacía marcar goles al portugués. Hoy, sin Cristiano, es elogiado, porque ya no juega para oto, juega para marcar goles. Y no deja de trabajar para el equipo.
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