Tomás González-Martín el 24 nov, 2016 Hay un dato elocuente de la filosofía de rotaciones de Zidane: los suplentes del Real Madrid tienen tanto valor como los teóricos titulares. Benítez fue el pionero, hace tres lustros, de una política que hizo al Valencia muy grande. Cañizares, el gran guardameta, recuerda que con Rafa nunca se sabía si ibas a jugar hasta una hora antes del encuentro. Utilizaba veinte jugadores y todos estaban en forma. Lo aplicó Benítez en los seis meses que estuvo en el Real Madrid. No tuvo fortuna en la casa blanca. En el club siempre rememoran que Benítez era y es un gran madridista que no contó con la suerte a favor. Llegó Zidane el 4 de enero y aplicó una vuelta de tuerca a esa forma moderna de dirigir equipos de fútbol. Con el francés solo se ha repetido un once una vez. Su promedio de cambios en la alineación de partido a partido es de cuatro nuevos futbolistas por encuentro. Así presenta un once fresco, competitivo, sin el desgaste de repetir los once hombres. El Real Madrid ha triunfado así. Ganó la Champions con Cristiano lesionado en las semifinales ante el Manchester City. Lucas, Casemiro y Pepe fueron determinantes en el éxito de la undécima Copa de Europa. Y se conquistó la Supercopa de Europa sin Cristiano, sin Bale y sin Kroos. La ganaron Carvajal, Lucas, Kovacic, Asensio y Morata, entre otros potagonistas. Zidane ha conseguido revalorizar a los reservas. Hoy, Nacho, Lucas, Morata y Asensio tienen la mayor cotización del mercado internacional, superior a la de muchas figuras de otros clubes. Y ellos suplirán a Bale en esta larga baja que sufrirá cuando sea operado el día 29 de su luxación traumática de los tendones peroneos del tobillo derecho. Hay una realidad incuestionable: los reservas del campeón de Europa demuestran su alto nivel mientras los suplentes del Barcelona demuestran por qué seguirán siendo suplentes. Los reservas del Real Madrid dejan claro que el fondo de armario del equipo es letal, mientras los suplentes del Barcelona se desvalorizan paulatinamente. La comparación es odiosa. Miren el valor de Lucas, Asensio, Nacho, Morata, Kovacic y Casemiro, que ya es titular fijo, y estudien el valor que poseen André Gomes, Arda y Alcácer. No mencionamos más nombres del banquillo del Barcelona porque es que no poseen ni cotización hoy en día. Más quisiera Luis Enrique contar con Lucas, Asensio, Nacho, Morata y Kovacic. Por eso, el Barcelona sufre lo indecible cuando Messi no juega. La gran diferencia es que el Madrid vence sin Cristiano, sin Bale, sin Benzema, sin Kroos y sin Ramos. El Barcelona no tiene armario. Tiene a Messi y detrás un fondo oscuro, sin armario. Otros temas Comentarios Tomás González-Martín el 24 nov, 2016
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