Todos los técnicos de Primera, excepto los que no pueden decirlo porque entrenan a otros grandes, manifiestan con razón que el Real Madrid posee el mejor plantel del mundo. Cuidado, sepan discernir, tener la mejor plantilla no significa ganar títulos, porque un equipo con un once muy concentrado puede ser campeón con un banquillo menor. Lo hizo el Atlético en 2014, con una docena de jugadores dirigidos con un magnífico Simeone, y lo hizo la Real Sociedad de Ormaechea en los años ochenta en os ocasiones. Ahora, el Madrid, es verdad, posee la mejor veintena de futbolistas del orbe. Y tras ganar la Supercopa de Europa y la de España se encuentra a cuatro puntos del Barcelona en la Liga, después de sufrir dos empates en el Bernabéu. Como han comprobado, una expulsión injusta, la de Cristiano, y una lesión, Benzema, han dejado al campeón de Europa y de España sin delanteros y el conjunto blanco, el mejor grupo de jugadores del planeta, no encuentra rematadores. Es la prueba de la dificultad y la grandeza del fútbol.
Lo peor es que las dos igualadas han centrado el ataque en Zidane. Le culpan de hacer rotaciones. ¿Zidane es el culpable? ¿Hacer rotaciones con veinte jugadores de alto nivel es criticable? Son ganas de buscar a quien echarle la culpa. La culpa es del equipo y los futbolistas lo saben. Ha fallado en defensa y ha fallado en el remate.
Ahora dicen que Zidane es culpable por hacer los repartos de esfuerzos que hizo durante año y medio, que le dieron siete títulos. Ahora señalan a Zidane como culpable por hacer la estrategia de rotaciones que le permitió conquistar la Copa de Europa y la Liga en mayo, con un gran equipo B (no le gusta que le llamemos así) que ganó todos los partidos ligueros y un equipo A (tampoco le gusta) que decidió en la Champions y remató la faena de la Liga en las victorias de Vigo y Málaga. Si el entrenador no hubiera rotado, el Real Madrid no habría ganado los dos títulos en mayo, porque Cristiano, Modric, Kroos, Benzema y Carvajal, por mencionar algunos puntales, no habrían llegado tan frescos al final de la campaña. ¿Ahora es culpable por jugar fente al Levante con un once que muchos envidiarían?
Miremos la alineación que empató ante el Levante: Kiko Casilla; Carvajal, Ramos, Nacho, Marcelo; Llorente, Kroos, Asensio, Theo; Lucas y Benzema, sustituido por Bale a los veinte minutos. ¿Cuántos equipos hay en España que presenten un once superior? En el segundo tiempo entraron nada menos que Isco y Kovacic. Y tampoco se ganó. Superen esa alineación. Solo faltaban realmente para mejorar el juego el castigado Cristiano y Modric. ¿La culpa es de Zidane? Piénsenlo.
La culpa fue de la falta de concentración defensiva, que costó dos goles ante el Valencia y uno ante el Levante. La culpa fue de la carencia de acierto en el remate. Lo demás es caza de brujas. Y haberlas, las hay. Muchas.
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