Tomás González-Martín el 12 jun, 2014 Los jugadores lo comentaban, sorprendidos, horas después de conquistar la Champions. Ellos, sus familiares y sus apoderados recibían cientos de llamadas de empresas para renovar, mejorar o hacer nuevos contratos publicitarios que anularan el anterior con otra marca. Como si les hubiera tocado el Gordo de la Primitiva, los futbolistas de Ancelotti se han sentido dulcemente acosados por las sociedades comerciales para dar un nuevo valor añadido a su pertenencia al Real Madrid. Es cuando la plantilla ha sentido, más que nunca, la importancia de ser parte del club más famosos del mundo. Porque el torneo más “primitivo”, por tradicional, la Copa de Europa, se hizo mágica gracias al aura de éxito del Madrid de Di Stéfano, Santamaría, Puskas, Rial, Kopa, Gento, Muñoz, Santisteban, Marquitos, Joseíto y tantos otros mitos del equipo. En 1955 comenzó un camino legendario que el Madrid ha hecho eterno. Para la entidad, como expresa Florentino Pérez en el artículo publicado en ABC, el fútbol no tiene sentido sin la Copa de Europa, santo y seña de la casa desde que el club la creó en 1955, sentados con Janot, el ex jugador, ex seleccionador y periodista de L’Equipe, en un hotel de París. Allí estaban Santiago Bernabéu y Raimundo Saporta construyendo la mejor competición de la historia del fútbol, superior por su bagaje y su trascendencia a una Copa del Mundo. Sepan que la Copa de Europa moviliza cada año a setenta clubes del continente. Y paraliza a los aficionados de medio centenar de países por su relevancia y atractivo. Un Mundial convoca a una treintena de selecciones cada cuatro años. No tiene ni comparación Ahora, los futbolistas de Carlo sienten en sus carnes que su importancia crece por militar en el Madrid y ganar la Copa que va unida al nombre Real. ¿Qué sería de la Copa de Europa si el Madrid no existiera? Un trofeo huérfano de padre y madre. Habría que reinventarla. En realidad, habría que inventar un nuevo Real Madrid que fuera como el anterior. Por eso, sus futbolistas, ahora, se han revalorizado individualmente un 38 por ciento. Es un valor añadido conjunto, generalizado, que lo aporta el hecho de formar parte de esta institución. Cada jugador vale hoy diez millones de euros más. Mil seiscientos millones de pesetas más. Sus contratos también crecen en esa medida. Muchos incluso han crecido un cincuenta por ciento, incluso un cien por cien. Es el IVA de ser el Real Madrid y de pertenecer al Real Madrid. Que tenga cuidado el club, no sea que Hacienda también quiera cobrárselo. Otros temas Comentarios Tomás González-Martín el 12 jun, 2014
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