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Blogs La polvera por Teresa de la Cierva

Una esteticienne de lujo con precios (casi) de saldo

Teresa de la Cierva el

 

 

 

He descubierto una esteticienne estupenda y he estado dudando entre compartirla con todos vosotros o guardarme el secreto para que el éxito no le haga perder una de sus mayores y mejores virtudes: la humildad. 

Porque Diana Montoya es una joya y no lo sabe. O lo sabe, pero no se lo cree. Es una de esas profesionales para las que cada persona que atraviesa el umbral es una reina. Con cada clienta que se tumba en la camilla se entrega como si en ello le fuera la vida. O el sueldo. Y eso que trabaja por cuenta propia.

Después de haber pasado por un par de salones de belleza decidió que no podía trabajar en estos como le gusta hacerlo (sin reloj, con mucho mimo, los mejores cosméticos…), y alquiló un pequeño estudio donde montó su propia cabina. Una sola porque realiza personalmente los faciales y corporales, que no tienen nada que envidiar a muchos de los que he probado en los mejores centros de belleza de España. 

 

 

 

 

El secreto de una buena profesional está principalmente en sus manos. Y Diana las tiene bien aleccionadas. Como buena Colombiana ha vivido, en lugar de entre algodones, entre cremas y esmaltes de uñas. Ha crecido con la fijación -en muchos casos obsesión- que tienen las mujeres de su país por la estética. Ha aprendido desde muy niña el oficio. Y porque lo lleva en la sangre, lo trasmite en los dedos (ya me agradeceréis que comparta este descubrimiento cuando probéis sus masajes…!!!).

 

 

 

 

Pero no vale con unas buenas manos para triunfar en la estética. Las clientas tienen que ver resultados en su piel, en su cuerpo. Que a ninguna nos gusta perder el tiempo, y menos el dinero. 

Diana por eso utiliza el “remodeling”, un aparato mítico en estética; y lo mejorcito de la cosmética profesional: Biologique Recherche, Maria Galland, Babor, Alquimia y Cellcosmet. 

Toda estas marcas son punteras aunque mi debilidad es la primera. En una entrevista que me hicieron recientemente, me preguntaban cuales eran mis marcas preferidas. Respondí que más que marcas, tengo cosméticos favoritos. Y  uno de ellos es el P50 de Biologique Recherche. 

 

 

 

 

Es un tónico a base de alfa y beta hidroxiácidos que equilibra el PH de la piel y provoca una renovación celular. Viene muy bien a los cutis engrosados porque cuando la capa córnea está “alfombrada” de células muertas, da igual que nos gastemos una fortuna en cremas: estas “resbalan” sobre la piel, no pueden penetrar en las capas más profundas. También gusta a las pieles con tendencia a grasa o poros abiertos ya que regula la secreción sebácea, sin deshidratar.

Los primeros días puede picar un poco (y eso que incluye inhibidores del picor tan curiosos como el extracto de cebolla y el de guindilla!!) pero es signo de que está trabajando como debe. Cuando la piel alcanza su equilibrio el hormigueo desaparece. También puede surgir algún granito pero eso también es síntoma de que está limpiando la piel desde dentro. 

Sofía Coppola, Jeniffer López y Marc Jacobs son algunos de sus incondicionales.

 

 

 

 

Pero volvamos a Diana, que me estoy yendo del tema que nos ocupa. 

– Tiene unos precios muy ajustados para el nivel de tratamiento que realiza. Los faciales cuestan entre 50€ (limpieza, hidratación…) y 75€ (antiedad con células madre, colágeno, caviar…), y los masajes de una hora, 40€. Con bonos de 3 sesiones estos precios se reducen un 10% y si son de seis, un 15%. 

-Trabaja sin prisas. Los faciales son de 90 minutos, pero si un rostro llega muy estropeado y necesita 2 horas de tratamiento, no duda en alargar la sesión. Sin subir el precio.  

-Con los corporales sucede lo mismo. Y cobra lo mismo por un masaje anticelulítico o relajante que por un drenaje linfático! “Si me toma el mismo el mismo tiempo, ¿porque voy a hacerles pagar más?. Trabajo lo que necesite el cuerpo de la clienta, y si drenar es la prioridad, dreno”. Un detalle muy de agradecer. 

-El masaje de pies, manos o cervicales mientras actúa la mascarilla es siempre un “regalo de la casa”. 

 

Que no hace falta pedir hora con días de antelación es otra de sus ventajas, pero esa, me temo, me la acabo de cargar!!

 

¿Dónde está? En Menéndez Pidal nº 27 Apto. 216. Madrid. Para pedir cita previa: 617826847

 

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