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Blogs La polvera por Teresa de la Cierva

¿Ecografías para medir el estado de nuestra piel y el nivel de grasa?

Teresa de la Cierva el

 

¿Sabéis que el Ministerio de Sanidad de Francia ha decidido prohibir la mesoterapia (infiltración de sustancias anticelulíticas) corporal? El motivo es que han detectado que muchos pacientes tenían irregularidades en la piel por culpa de la falta de conocimientos médicos de algunos de los facultativos que la inyectan. También alegan que un exceso de punción afecta al hígado, que se puede ver saturado por la cantidad de grasa que tiene que liberar de las zonas tratadas. Y por si acaso…

Esto nos lleva a varias reflexiones:
¿Sabemos qué es lo que nos “meten” (o nos han metido) en el cuerpo?
¿Cómo podemos estar seguros de que lo que inyectan es lo que dicen que es?
¿Hay alguna forma de tener certeza si el tratamiento al que nos sometemos es el indicado para nosotros?

En respuesta a la primera, la ministra de Sanidad ha dicho que podemos estar tranquilos en cuanto a los productos que se inyectan en España. Para las dos siguientes, hay un grupo reducido de doctores que ha cogido el toro por los cuernos y usa el ecógrafo para el diagnóstico y el seguimiento de todos sus “trabajos”.

 

La pionera ha sido Isabel Bove (Barcelona, 937741506) y le han secundado Elvira Ródenas (914586063; www.estudioestetico.com) y Librada Salvador (Alicante, 950232007). Estas doctoras realizan ecografías a todos sus pacientes antes de someterlos a cualquier tratamiento estético facial o corporal.
El objetivo es medir el grosor de la piel, la cantidad de colágeno, el nivel de vascularización, pudiendo llegar a tener una idea exacta del estado de envejecimiento, flaccidez o grasa. Esto permite determinar, de forma objetiva, el porcentaje de éxito (o fracaso) de los tratamientos.

¿Un ejemplo? Si un paciente tiene las fibras colágenas casi “agotadas” (esto solo se puede ver con una ecografía) la radiofrecuencia para tensar la piel sería tirar el dinero. Habría que considerar otras intervenciones previas para aumentar la producción de colágeno y después, aplicar la radiofrecuencia.
También se dan casos en los que los michelines no son debidos a un acumulo de grasa sino a piel descolgada, y el tratamiento es radicalmente distinto.

 

Otra de las aplicaciones es la posibilidad de certificar si un paciente lleva un implante facial previo, cómo está ubicado, ver si presenta fibrosis, a qué nivel está colocado y de qué material se trata, para valorar si es compatible con otros o presentará alguna complicación futura.

 

Y, por último, a la hora de realizar un nuevo “relleno”, permite decidir su ubicación exacta y seguir la evolución en el tiempo.

Estamos ante una verdadera revolución en este campo de la medicina estética que de momento, sólo algunos facultativos están aplicando. Pero el próximo 28 de Mayo, la Sociedad Española de Ecografía Médica y los médicos pioneros van a presentarlo en unas Jornadas de Medicina Estética y Dermatología, y estoy segura de que va a tener muchos seguidores.

Esta iniciativa a mí me hace sentirme más tranquila con lo que nos metemos en el cuerpo. Y en lo que invertimos nuestro dinero.  ¿A vosotros?

 

Tratamientos
Teresa de la Cierva el

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