Los cambios de peinado de Úrsula Corberó -y su influencia- empiezan a recordarnos a los de Meg Ryan, la actriz más « inspiradora » en los salones de peluquería. Como en caso de la estadounidense, los triunfos de Corberó en las series son inversamente proporcionales al largo de su cabello.
Y así, saboreando las mieles del éxito de La Casa de Papel, deslumbró en el Festival de Cine de San Sebastián con el corte y el color de moda.
Por exigencias del guión o no -participa en la primera parte de Proyecto Tiempo, la película de la directora Isabel Coixet para concienciar sobre el gasto energético-, ha cortado por lo sano, y luce un “boyish” (o pelo de chico) color platino, una transformación arriesgada y difícil de mantener.
“La decoloración platina es muy agresiva y es necesario que el cabello esté muy sano para que el resultado sea de matrícula”, cuenta la peluquera Diana Daureo. “Se tienen que utilizar champús y mascarillas violetas y someterlo a tratamientos ultra-hidratantes tanto en el salón como en casa, con mascarillas anti-rotura”.
El corte sin embargo es de mantenimiento bajo. “Con un simple toque de styling con un producto que aporte fijación y un ligero toque estará listo”.
Y pese a la creencia popular, permite adaptarse a diferentes rasgos faciales. “La clave es el flequillo– explica Daureo-, que aporta polivalencia tanto al corte como al peinado, siendo este el toque final para equilibrar el rostro y lograr un aire más chic”.
Según esta especialista, favorece especialmente a los rostros triangulares y ovalados. “Si tenemos el rostro cuadrado, hay que optar por las patillas cortas para disimular la mandíbula y el flequillo de lado, a modo de ‘cortina’; un rostro redondo se estiliza cortando el flequillo de forma ladeada; y las caras alargadas tienen que controlar el volumen de la parte superior, para no caer en el error de dar más longitud al rostro. Sienta bien por igual si se tiene liso o rizado, y dependiendo del largo del flequillo, éste puede elevarse en forma de tupé”.
¿El toque de sofisticación? Rizarlo con tenacillas.
Pelo