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Blogs La polvera por Teresa de la Cierva

El escote (y canalillo) perfecto

El escote (y canalillo) perfecto
Teresa de la Cierva el

Los pechos duros como piedras al tacto, los que se mantenían impertérritos ante los movimientos de su portadora y los que quedaban erguidos cuando te tumbabas al sol, ya son historia. Los cirujanos plásticos ahora buscan escotes con un bamboleo natural y un canalillo tan transitable como el Canal de Suez. El secreto está en dejar más espacio para el movimiento de las prótesis mamarias y completar la intervención con un extra de grasa en la zona intermamaria.

Porque, según el cirujano plástico Julio Millán, casi todas las mujeres que acuden a la consulta manifiestan lo mismo: “Quiero aumentar el tamaño de mi pecho, pero tampoco quiero que se note demasiado”.  Pero lo que quieren en realidad es que no se note que es de silicona, que parezca y sea natural en imagen, movimientos y al tacto y contacto.

“Para conseguirlo es muy importante la correcta posición de los implantes en el tórax y la movilidad y sensación al tacto de los mismos”, indica este cirujano.

“En la mama ‘ideal’ y armónica el complejo areola-pezón debe ocupar una posición centrada, de manera que en la visión frontal sea el punto hacia el cual fluyan todas las líneas y contornos mamarios. Si trazamos una línea transversa que cruce la mama por el pezón, obtendremos dos hemisferios mamarios, de manera que veremos como 2/3 del volumen mamario quedan por debajo de esa línea y sólo 1/3 de dicho volumen por encima, explica.

Y el implante bien colocado debe introducirse en un espacio amplio, correctamente labrado por el cirujano, que no comprima sus contornos, de manera que la mayor parte del implante pueda ocupar esos 2/3, que deben quedar por debajo del complejo areola-pezón para que éste quede centrado y tenga un movimiento natural”, añade.

El doctor Millán hace hincapié también en los cuidados postoperatorios. “La paciente tendrá que empezar a realizar inmediatamente después de la intervención una serie de movimientos que les enseñaremos, para mantener ese bolsillo que hemos creado, para dotar al implante de espacio, y para lograr así que el pecho permanezca siempre blando y completamente natural al tacto y a la vista”.

El doctor Ramón Vila-Rovira también le otorga mucha importancia a las proporciones, la simetría, el volumen y el movimiento. “Para que las nuevas mamas guarden proporción entre sí y con el cuerpo, se tiene que poder trazar un triángulo equilátero imaginario entre ellas y el cuello de la paciente”.

En lo relativo a la movilidad, el doctor Vila-Rovira estudia el bamboleo del pecho con una gráfica similar a la de un electrocardiograma y establece un rango del 0 a 4 según el cual, 0 sería la ausencia de movimiento (por ausencia de pecho, por ejemplo) y 4 sería un movimiento excesivo (por flacidez, por ejemplo). De acuerdo a este rango, a un pecho bonito, armonioso y atractivo, se le otorgaría un movimiento de 3.

Pero hay problemas que no se pueden resolver, por excelente que sea la colocación de las prótesis, como son las mamas muy separadas o asimétricas en la parte más central. “Esto depende de su anatomía, de la anchura del esternón, de que tenga costillas más prominentes en un lado que en otro etcétera”, señala el doctor José María Serra Renom.“Y con las técnicas clásicas de aumento o reducción nos veíamos limitados para corregir estos factores ya que la anatomía no siempre se puede o se debe modificar para evitar complicaciones (como la sinmastia)”.

¿Su propuesta? Aprovechar la intervención para infiltrarles su propia grasa en la zona del “canalillo”, y así mantener una textura natural del pecho y reducir la distancia entre los mismos.

Esta técnica, presentada por este doctor junto con su hijo el Dr. José María Serra Mestre, ha sido escogida en la revista americana “Plastic and Reconstructive Surgery” como ‘Hot Topic’, y es tan sencilla como extraer con una mini liposucción un poco de grasa de alguna zona dónde le sobre, y después infiltrarla entre los senos.

“Esto permite una perfecta simetría no sólo en casos de aumento sino en casos de reconstrucción o en mamas tuberosas”, explican estos especialistas.

¿Qué sucede si la paciente es muy delgada? “Tomamos la grasa de la cara interna de las rodillas o las piernas. Y no queda ninguna marca porque hacemos el orificio con una aguja y utilizamos una cánula conectada a una jeringa con el que hacemos el vacío”. 

*Este tema es parte de un artículo publicado en ABC Salud el 14 de abril de 2018 y lo reproduzco para los que no leéis el periódico de papel.

 

 

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