Afeitado: caras que da gusto besar

¿Te gustaría tener la cara tan besable como la de este bebé?

Deja de someterla a malos tratos. El 60% de los hombres os afeitáis más de 3 veces por semana, y sois culpables de unas 3.300 horas de agresión (cutánea). ¡Y sin asomo de remordimiento!  Un estudio Ipsos Health and Beauty revela que percibís el afeitado como un acto “detestable” y, como tal, lo tratáis.

Así, ¿como no vais a tener esos pelos enquistados que afean vuestra cara? La foliculitis, uno de los motivos más frecuentes de consulta dermatológica, se produce porque, con las repetidas pasadas de la cuchilla, se daña la barrera protectora de la piel. El folículo piloso se cierra, el pelo no consigue atravesar su orificio de salida lo que provoca una inflamación dentro de la piel, que suele acabar infectándose. 

¿Cómo puedes evitar la foliculitis de la barba?

1º. Aféitándote con mimo

-Lávate la cara con limpiadores sin jabón que no irriten la piel

–Masajea la piel “a contrapelo”, con movimientos circulares, para prepararla para el afeitado

-Humedece el rostro con agua caliente para reblandecer el pelo

-Intenta reducir el número de pasadas de la cuchilla de afeitar. Es mejor que te afeites más veces a que lo hagas con mucha intensidad

-Utiliza una hoja muy afilada y siempre en la dirección de crecimiento del pelo

-Aplícate una hidratante después del afeitado y evita, en todo caso, los after-shave con alcohol y las cremas muy grasas porque pueden favorecer la aparición de los granos

 2º. Probando el nuevo Gel de Afeitado Emoliente Micro-Exfoliante o la Espuma de Afeitado Emoliente Sin Jabón XY Homme de La Roche-Posay (9,90 € en farmacias).

¿Su secreto? Un derivado del ácido salicílico que posee una acción microexfoliante (7 veces superior a la de otros ácidos) que desincrusta el pelo, y un efecto antibacteriano que previene la infección. Según los estudios realizados por la firma en 239 voluntarios que declaraban tener  3 o más pelos enquistados, después de un mes de uso estos se habían reducido a un tercio o desaparecido por completo. 

Santa Teresa de Jesús decía que “aunque las mujeres no somos buenas para el consejo, algunas veces acertamos”. Y este creo que es el caso.