Teresa de la Cierva el 22 feb, 2009 Hoy tengo una confesión que haceros: ¡Soy blancoréxica!. Cuando hace unas semanas leía en el suplemento Mujer de Hoy que la última obsesión estética es tener los dientes tan blancos como si los lavaras con lejía, me sentí absolutamente identificada con esa histeria colectiva (en la Unión Europea ha aumentado el número de blanqueamientos dentales en un 300%) que sufren actores, modelos, presentadores y hasta ejecutivos de todo el mundo. Pero es que soy una convencida de que, no sólo te quitas 10 años de la cara, sino que pareces más alegre, simpático, atractivo, triunfador… Esto lo avala un estudio de la Academia Americana de Odontología Cosmética (AACD) que asegura que el 92% de los adultos considera que una bonita sonrisa es un recurso social importante; el 74% cree que una sonrisa fea puede disminuir las oportunidades de éxito profesional; y el 85% coincide en que unos dientes descuidados pueden generar rechazo en el sexo opuesto. Con estos datos, a ver quién no padece blancorexia… ¿Cómo conseguir esos dientes como perlas? Con blanqueamiento en la consulta de una profesional. Consiste en la aplicación de un gel de peróxido de carbamida que se activa una luz para que se descomponga el peróxido de hidrógeno, el ingrediente capaz de aclarar la dentina (es como cuando se aplica agua oxigenada al pelo para aclararlo). El tratamiento se sigue en casa durante 15 días usando, tres horas diarias, un molde (a medida) con el mismo gel blanqueador, que se activa también con el calor del cuerpo. ¿Se aclaran igual los dientes de todo el mundo? La respuesta que me dio Dory Sánchez, la mejor higienista dental de Madrid (Clínica Rosales: 91 542 35 50), me hizo sentirme, una vez más, feliz de ser mujer: “depende del esmalte de cada uno, siendo mucho mejores los resultados en las mujeres porque tenemos una dentina más fina”. No funciona en dientes gris oscuro, ni oscurecidos por tetraciclinas o porque les han quitado el nervio El resultado se mantiene entre 5 y 7 años, y pasado ese tiempo se puede repetir el proceso sin problema. E incluso se pueden hacer par de días de “recuerdo” todos los años, para no tener que volver a iniciar todo el tratamiento. Mi única preocupación como blancorexica declarada es no saber parar. A día de hoy, el color de mis dientes es el mismo que el del blanco de mis ojos. Que es la meta a la que dicen los especialistas que hay que llegar. Pero si alguna vez, alguien ve que mi sonrisa parece salida de un anuncio de Ariel, le doy permiso para ingresarme en una clínica de desintoxicación… “PARCHE CASERO” ¿No quieres (o no puedes) dar este paso todavía? Prueba el Lápiz Dental Blanqueador Swissdent. El resultado es infinitamente menor, pero es mejor que nada. El aclarado se hace en dos fases. Primero se aplica el gel del Step 1, que tiene función aceleradora del efecto; y a continuación el Step 2, que reacciona cuando entra en contacto con el anterior y es el que se ocupa de acabar con los pigmentos que cubren los dientes. Para que se vea algún resultado hay que usarlo una semana, y durante esos días, evitar beber y comer alimentos colorantes (café, té, coca-cola, vino tinto, té rojo, chocolate, brócoli, espinacas, paella, alcachofas, acelgas, tomates, salsa de soja…) porque los dientes absorberán su color ¿Mi opinión? Me encanta como goma de borrar. Es perfecto para acabar con las manchas de té, café o vino tinto después de las comidas, pero no es válida para los dientes amarilleados por la edad o medicamentos. Y como es tan pequeño, lo puedes llevar siempre en el bolso (o en el bolsillo, que luego dicen los hombres que no pensamos en ellos…)Cuesta 35 €. Tratamientos Comentarios Teresa de la Cierva el 22 feb, 2009