Eso es lo que hacen los especialistas en Marma, y solo si habéis estado en algún súper resort en la India, Seychelles o Maldivas, sabréis de lo que voy a hablar a continuación. Porque este masaje es tan complicado de realizar, que muy pocos centros se atreven a incluirlo en su “menú” de tratamientos (en España, que yo sepa, solo en el que os voy a contar a continuación).
Para empezar, porque se lleva a cabo con los pies y, para hacerlo, el masajista se tiene que apoyar en una cuerda que cuelga del techo, y así poder ejercer la presión adecuada sobre el cuerpo de quien recibe el masaje.
Desde ahí, “tocará” los 109 puntos del cuerpo que corresponden a las terminaciones nerviosas (según el ayurveda), con los dedos (se necesita mucha práctica ya que debe emplear únicamente la yema con el fin de no clavar la uña), los talones, y la planta (unas veces en plano, y otras de lado, si se quiere ejercer mayor presión). En algunas zonas como muslos o brazos, se “pasea” el terapeuta haciendo zigzag, de un lado a otro. Todo esto, modulando las presiones según los problemas y las áreas que se tienen que trabajar. En definitiva, que casi hay que ser equilibrista y hasta funambulista para realizar este masaje.
Después de lo leído, imaginaréis lo importantísima que es la preparación y pericia de los masajistas, y sobre todo, el dominio que deben tener de la anatomía humana.
De ahí mi interés en contaros que en Barcelona ha abierto este mes de julio Serena Spa, donde la “especialidad de la casa” es el “Marma Body, Mind and Spirit Massage”. Y cuenta con un equipo de terapeutas formados con Sabreena Hougaard, especialista mundial en este tratamiento, durante 4 intensivas semanas.
Este spa pertenece a la gama “premium” de la cadena india Heaven on Earth, que se (re)conoce por los masajes basados en reflexología y wellness que realizan en los aeropuertos, pero también por estar presente en algunos resorts de Maldivas y Seychelles.
En nuestro país han decidido abrir un espacio dentro del Hotel Grums (un cuatro estrellas cerca de la Rambla y la feria de Barcelona) y, mientras no haya otro igual en otra ciudad española, éste será el centro de peregrinación de los amantes del Marma (yo lo probé hace años en Kerala, en la india, donde estuve casi una semana entera “ingresada” en un centro ayurvédico, y todavía sueño con repetir la experiencia!).
¿Su objetivo? Desbloquear el prana (“aire inspirado”), que fluye a través de una red de canales (“tubos” como la traquea, los bronquios o la red de arterias y venas), para conseguir desde una relajación total, hasta eliminar dolores de espalda o musculares, hernias discales, reumatismos, ansiedad, exceso de peso o problemas sexuales.
¿El secreto de su éxito? Ya el nombre en sánscrito significa precisamente “secreto”, y se refiere al lugar donde algunos nervios coinciden con otras estructuras como músculos, tendones, ligamentos, huesos y venas. Y ahí radica el ídem, en que se tocan esos puntos precisos (y secretos) para resolver los problemas.
El masaje es de 90 minutos y cuesta 120€.
¿Alguien se anima a dejarse “pisotear” por estas especialistas?
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