ABC
Suscríbete
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizMi ABCABC
Blogs Un poco de silencio, por favor... por Israel Viana

Fink, el genio desconocido

Imagen promocional de Fin Greenall, líder de Fink
Israel Vianael

Fin Greenall tiene 42 años, lleva más de veinte en esto de la música, primero como DJ internacional, después como productor de artistas de la talla de Riuchi Sakamoto, Elbow o John Legend y, por último, como el primer cantante que firmó con el mítico sello Ninja Tune. Sus canciones han sido utilizadas en decenas de películas y series de televisión, como «CSI», «House» o «The Walking Dead». Ha publicado ya seis discos de estudio, dos en vivo y varios epes. Y, por si fuera poco, tiene el prestigio de haber compuesto y grabado los primeros temas que interpretó, con 17 años, la malograda Amy Winehouse… pero en España no le conoce casi nadie.

Es muy difícil no preguntarse por qué, a estas alturas, Greenall y su banda, Fink, no se han convertido en un producto consumido por las grandes audiencias. Su música, frágil y poderosa al mismo tiempo, de una calidad pocas veces vista ni en su Gran Bretaña natal, es tan bella y rica matices que uno no sabe muy bien porque no le hemos situado a la altura de bandas como Portishead, Massive Attack o Tricky. Greenall es, en definitiva, un genio con un talento descomunal que, por desgracia, no ha alcanzado el reconocimiento merecido en España, aunque se haya ganado a los mismísimos Radiohead como seguidores.



Quizá llegó demasiado tarde al «boom» del trip-hop, o quizá no le interesaba tanto. Puede que esa guitarra acústica, protagonista de su repertorio, sea la que le traicione con respecto al estilo de sus «primos hermanos» de Bristol, la ciudad en la que él también creció acumulando intereses musicales bastante eclécticos: desde The Cure, The Smiths o The Orb, hasta la música africana, pasando por el folk de los años 60 y 70 y el hardcore japonés, antes de descubrir la música electrónica en la Universidad de Leeds.

En algún foro he llegado a leer que no es una estrella porque no es lo suficientemente guapo. Sea como fuere, lo cierto es que Google –que por desgracia se ha convertido en la medida de todas las cosas– tampoco le hace justicia. Ni noticias ni entrevistas en los grandes medios nacionales, ni tampoco en los especializados. Wikipedia no tiene una entrada para él en español. Y por aún si soy capaz de convencerte de que merece la pena asistir, tampoco ha agotado (todavía) las entradas de sus conciertos en Madrid (22 de enero, sala Arena) y Barcelona (23 de enero, sala Bikini).

Fink presenta su último disco, «Hard Believer» (R’COUP’D, Ninja Tune), grabado durante diecisiete días en los legendarios estudios Sound Factory, con el productor Billy Bush (Garbage, Beck, Foster The People). El título hace referencia a una expresión procedente de Sudamérica, que define a las personas difíciles de persuadir, aquellas que necesitan pruebas. Greenall, con su poderosa voz y la guitarra bajo el brazo, junto a Tim Thornton (batería y guitarra) y Guy Whittaker (bajo) traen unas cuantas en forma de canciones tranquilas con las que ganarse a un público que se les resiste. Temas que se van retorciendo hacia poderosos loops hipnóticos y finales de puro éxtasis, melodías cargadas de una crudeza y una agresividad siempre controladas con mucha elegancia, para situarles a medio camino entre el blues, el góspel, el pop, la música electrónica y una buena versión oscura de los geniales The Cinematic Orchestra.

Escuchar a Fink atrapa. Eso me ocurrió a mí cuando calló en mis manos «Sort Of Revolution» hace unos años.  Y sus conciertos son auténticos espectáculos visuales en lo que da gusto dejarse llevar por los ambientes que se crean y la envolvente voz de hipnotizador de Greenall. Dejarse llever por la oscuridad de «White Flag» o «Perfect Darkness», la exaltación de «Foot In The Door», «Pilgrim» o «Looking Too Closely», y la sensibilidad de «See It All», «Truth Begins», «Trouble’s What You´re In», «Maker» o Tina Grace cantando en «Hush Now», por citar solo algunos de los colores que contiene la gran paleta de este tipo que, según dicen, está «en la cima de sus poderes creativos». «Voy a llevar mi música hasta donde ella me lleve a mí», aseguraba él mismo, recientemente, a la revista digital «Sono».

Artistas

Tags

Israel Vianael

Post más recientes