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Blogs Puentes de Palabras por José Manuel Otero Lastres

Un Gobierno central vengativo y el impuesto a Madrid

José Manuel Otero Lastresel

El despilfarrador Ximo Puig, cuya gestión económica al frente de la Comunidad Valenciana puede resumirse así: ha acabado el año con un déficit de 1.200 millones de euros, lo que representa un déficit del 1’15% del PIB regional, cuando la media del conjunto de las autonomía se situó en el 0,21% del PIB, acaba de alumbrar la ocurrencia de crear un impuesto para que la Comunidad de Madrid compense al resto de las autonomías por lo que él “efecto capitalidad”. A esta idea le ve recorrido el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá.

Este ministro aseguró que “Cuando avanzamos a nivel mundial para evitar la competencia tributaria entre países, con bases sólidas comunes y expandidas, no tiene sentido que a nivel autonómico en España estemos recorriendo el camino contrario. Hay que abordar este tema de una forma decidida”. Idea que apoyó la Ministra de Hacienda al afirmar que “No vale que haya territorios que opten legítimamente por bajar los impuestos y a continuación pidan dinero al Gobierno de España, eso no se sostiene”. Añadiendo “que, por el efecto capitalidad, hace que se atraiga una mayor inversión, un mayor volumen de renta, una mayor capacidad recaudatoria a la que no tienen acceso otras comunidades autónomas”.

Aún partiendo de la voracidad impositiva que tiene el partido socialista, que más que gobernar con eficiencia lo que hace es recaudar confiscatoriamente para gastar en la elefantiásico sector público, pienso que la idea del presidente valenciano no tiene demasiado recurrido.

En efecto, cuando se toma en cuenta el dato de la “capitalidad” no es para exigir un nuevo impuesto, sino para tener en cuenta dos fenómenos que suponen una carga para la capital: el de la gran población que se asienta un la capital y e de acoger las instituciones propias de la capital del Estado. Así se reconoció en 1932 cuando se reconoció a Madrid una subvención de 80 millones de pesetas:

 

“Omitimos, por innecesario, el señalamiento de los grandes desembolsos a que conducen al Ayuntamiento, capital de España, los actos obligados con ocasión de las visitas a España de jefes de Estado extranjeros y de los Congresos nacionales e internacionales de todos órdenes que tienen lugar en Madrid, atendiendo la Corporación municipal debidamente y cual corresponde al decoro de la Nación con los recursos ordinarios de su presupuesto, que tienen por tal concepto una importante merma de los que podría dedicar a servicios puramente locales.»

 

Sobre el argumento de que no tiene sentido que haya territorios con sistemas tributarios diferentes, sorprende que los socialistas se olviden de la existencia de los regímenes impositivos privilegiados del País Vasco y Navarra. ¿Cómo es posible hablar de Madrid y no referirse a esos dos islotes fiscales privilegiados que hay en España?

Con respecto al argumento de que se rebajan los impuestos y se pide dinero al Gobierno de España, solo puede entenderse que lo sostenga una profesional de la medicina, como es la Ministra de Hacienda. ¿O sea que en el reparto de los fondos que corresponden a las Comunidades Autónomas solo pueden participar los que administran generando déficit, no los que gestionan con eficiencia y producen superávit?

Finalmente, en cuanto a la aportación de Madrid al fondo de solidaridad interterritorial conviene recordar que los propios datos de 2018 ofrecidos por el Ministerio de Hacienda de María Jesús Montero confirman que “Madrid es la región que más aporta con una enorme diferencia al conjunto de la financiación autonómica en general y a los servicios públicos de las comunidades autónomas en particular. Y además, esas aportaciones suben respecto a 2017″.

Así las cosas ¿hay alguna justificación para establecer el impuesto? Solo el castigo vengativo por no haber votado al partido en el Gobierno de la Nación.

 

Política José Manuel Otero Lastresel

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