No salgo de mi asombro. Cuando esta mañana iba en el coche escuchando la radio oí a los ex escoltas de Puigdemont que lo ayudaron a ocultarse de la Justicia en Europa reconocer que lo que de verdad habían hecho era ayudar a Puigdemont en las tareas de la casa. Como lo oí de pasada decidí que lo comprobaría más tarde. Y no había oído mal.
En concreto manifestaron, entre otras declaraciones exculpatorias, que: “El día a día en la casa donde vivía Carles Puigdemont era para hacer tareas domésticas. “Montábamos muebles, limpiábamos e íbamos a comprar” (www.elnacional.cat)
¿Se imaginan ustedes la que se montaría en este país si alguien de algún partido de la oposición hubiera dedicado sus escoltas a tareas domésticas?
Estamos viviendo tiempos confusos en los que los mismos hechos son tratados en los medios y las redes de diferente manera hablando según cuál sea su adscripción política.
Y no es que se trate de hechos que admitan interpretaciones diferentes: solo admiten una y la misma. Pero para unos suponen un escándalo y para otros acontecimientos irrelevantes que deben cubrirse de inmediato con el manto del silencio.
Política José Manuel Otero Lastresel