El Tribunal Constitucional por mayoría acaba de sentenciar que invitar en público a quemar la «puta bandera» de España, durante una manifestación ante el Arsenal Militar de Ferrol (A Coruña) en 2014, es un delito de ultraje a la Bandera y no un acto amparado por la libertad de expresión.
No puedo estar más de acuerdo con la sentencia de nuestro alto Tribunal. Vengo defendiendo en los últimos tiempos que hemos entrado en un nuevo período en el que ya están firmemente asentadas las libertades democráticas y, por eso, ya no hay que proteger en exceso la libertad de expresión por encima incluso que el respeto debido a la bandera española que es un símbolo constitucional de la Nación española, de nuestro Estado social y democrático de derecho y de la convivencia pacífica bajo un orden económico y social justo.
Hasta ahora era acertado dar primacía a la libertad de expresión sobre otros derechos porque se necesitaba formar una opinión pública libre y democrática.
Pero pasados 42 años y hoy conviene efectuar otra valoración de los intereses en juego. Me parece que anteponer en nuestros días una invitación a quemar la “puta bandera” al necesario respeto a un símbolo que representa, según la Constitución, a la Nación española no se puede medir desde la falsa óptica del progresismo o el conservadurismo, sino desde la imprescindible perspectiva del cumplimento de la Constitución: insultar e incitar a la quema de un símbolo constitucional no es un ingrediente absolutamente necesario para manifestar el desacuerdo sindical del conflicto de 2014 ante el Arsenal de Ferrol.
Se puede expresar con total libertad cualquier desacuerdo en el ámbito sindical sin tener que ultrajar a la bandera!.
Política José Manuel Otero Lastresel