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Blogs Puentes de Palabras por José Manuel Otero Lastres

El problema no está en el organigrama

José Manuel Otero Lastresel

Hace unos días comenzaron unos movimientos de personas en el PSOE que revelaban que el partido en el Gobierno está muy inquieto. Algunos de ustedes pensarán que están seriamente preocupados por los dificultosos tiempos que se avecinan. Personalmente no creo que sea esa la razón. La anunciada dureza de lo que está por venir nunca les preocupó porque niegan que vaya a suceder, ya que es una invención de los agoreros y anti patriotas de la derecha, o, caso de ocurrir, la resolverán fácilmente con nuevas subvenciones a los más necesitados y sin recorte alguno del gasto público.
No. lo que les inquieta es otra cosa. Lo publica Raquel Tejero en El Debate: “La bajada en las encuestas pronosticada, incluso, por el CIS de Tezanos ha puesto a Pedro Sánchez en alerta. A pesar de que el presidente siempre parece ver un futuro brillante para sí mismo y su partido, los últimos acontecimientos dentro del PSOE revelan la preocupación real del presidente del Gobierno, que ha optado por dinamitar la formación para reconstruirla, otra vez, desde sus cimientos”, escribe aquella.
Tres comentarios sobre esta opinion de la periodista de El Debate. El presidente vuelve a equivocarse a la hora de hacer su diagnóstico sobre nuestra realidad política. El problema no es solo que la oposición esté liderada por un político de extraordinario nivel que está haciendo subir a su partido como la espuma. Esto explica el alza de la alternativa. El problema del PSOE es la gestión política de Sánchez. Por eso por mucho que enrede en el PSOE da la impresión que no va a parar el efecto Feijóo.
El segundo comentario es que las medidas políticas que han ”quemado” a Sánchez ya no tienen marcha atrás: sus concesiones a los independentistas y al conglomerado del Post-Terrorismo Vasco no pueden corregirse. Y el pueblo parece que no lo perdona.
Finalmente, cuando el que conduce está despeñándose por un precipicio no parece que pueda salvarse acelerando, sino pisando el freno y si aún así no detiene el vehículo, cambiando de dirección y cogiendo la opuesta: cuesta arriba.

Política José Manuel Otero Lastresel

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