Es un lugar común calificar a los nacionalistas catalanes como “victimistas”, esto es, sujetos que muestran cierta inclinación a considerarse o hacerse víctimas de algo. En el fondo, esta conducta tiende a auto-exculparse de todo tipo de responsabilidad buscando siempre a alguien para imputarle el propio fracaso.
Este fin de semana se produjo un ejemplo de lo que antecede, tan claro, que me van a permitir, aunque provenga del mundo del fútbol, que lo utilice para dejar bien claro el iter mental del “victimista”.
Como seguramente algunos de ustedes sabrán, el Girona no pudo ascender a Primera División, haciéndolo, en cambio, el Sporting de Gijon porque concurrieron dos circunstancias. La primera fue, al contrario de lo que se esperaba, que el Girona no le ganó al Lugo, sino que empató a un tanto marcando el equipo gallego cuando quedaban muy pocos minutos para finalizar el encuentro. Y la segunda, que el citado Sporting de Gijón ganó al Betis en Sevilla por 0 a 3, aunque le basta un 0 a 2.
Pues bien, el Consejero de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña escribió en su cuenta de Twitter: “¡Que el Betis se deje ganar es todavía más escandaloso que la sorprendente motivación del Lugo ante el Girona! ¡Una vergüenza!”.
Es decir, el señor Consejero omite cualquier referencia a que si el Girona hubiese ganado de nada le serviría al Sporting ganarle al Betis en Sevilla, porque habría ascendido el club catalán. El político exculpa, por tanto, al Girona de toda responsabilidad por no haber hecho lo que tenía que hacer: ganar, lo cual hubiera hecho totalmente irrelevante el resultado del partido de Sevilla.
Y en lugar de ello –lo cual revela claramente el grado de victimismo al que están acostumbrados- no duda en acusar, sin prueba alguna, de conducta fraudulenta nada menos que a los otros tres equipos. Del Betis dice lisa y llanamente que se dejó ganar, del Lugo destaca su sorprendente motivación y del Sporting, a quien no menciona, insinúa que pudo haber pactado con el Betis el resultado.
Utilizando sus propias palabras creo que la que es verdaderamente escandalosa es su opinión. Podría disculpar su forofismo si su parecer hubiera permanecido en un ámbito puramente privado. Pero al haber divulgado a través de las redes sociales sus inadmisibles sospechas sin hacer la más mínima autocrítica, considero que su actuación es impropia de cualquier persona objetiva y, sobre todo, de un dirigente político, cuyo comportamiento tiene que ser ejemplar. Lo que ha sucedido es –y esto es lo que intuí al leer la noticia- que el Consejero es un redomado victimista de esos que jamás pueden asumir los propios errores y que van por la vida echando la culpa a los demás de todo lo que negativo que le sucede. ¡Con procesos mentales como el que acabo de describir creo que será imposible que estos inveterados victimistas dejen de culpar a Madrid de todos sus males! ¡Qué cómodo y qué falso!
Otros temas José Manuel Otero Lastresel