Como todos ustedes saben, el próximo domingo comienzan en la Comunidad Autónoma de Andalucía las numerosas citas electorales que han de desarrollarse hasta finales de año. Esto significa, entre otras cosas, que los ciudadanos van a ser convocados a numerosos mítines y debates en los medios de comunicación con el fin –al menos en teoría- de que los elegibles les den a conocer sus propuestas para resolver los problemas del pueblo.
Pero por lo visto hasta ahora en Andalucía uno tiene la impresión que más que debates, esto es, confrontación de ideas y programas, los políticos de cada partido están dedicados a hacer soliloquios: hacen reflexiones en voz alta y a solas, aunque están acompañados por otros contrincantes.
Y es que, como escribió Antonio Machado en su Juan de Mairena, “en España no se dialoga porque nadie pregunta, como no sea para responderse a sí mismo”. Lo cual no deja de ser grave en unos tiempos en los que todavía duelen las heridas que dejó la devastadora crisis que estuvo a punto de enviarnos al precipicio de la quiebra.
Como ciudadano destinatario de los mensajes electorales tengo la impresión de que los políticos y los ciudadanos somos como el agua y el aceite: juntos pero sin mezclarnos, ellos a sus problemas y nosotros a contemplar como se enzarzan a reproches sin que veamos con claridad ni sus propuestas, ni el modo de llevarlas a la práctica.
No creo que sea un problema del sistema democrático, sino más bien del modo en que se ha ejercitado la actividad política que ha ido alejando a los representantes de sus representados. Por eso, me atrevo a sugerir a los líderes de los partidos que hagan uso de la que denominé técnica POPA, esto es: (P) que paren su enloquecida carrera hacia los soliloquios confrontativos (el famoso “y tu más”), (O) que observen detenidamente cuáles son los nuevos retos que plantean los nuevos tiempos, (P) que piensen detenidamente cómo afrontar los problemas actuales ilusionando al pueblo, y finalmente, (A) que actúen en consecuencia. Estoy convencido de que los ciudadanos se lo agradeceríamos.
Otros temas José Manuel Otero Lastresel