A partir de mañana, el panorama político español, en lo que se refiere a las alcaldías y Comunidades Autónomas, va a dar lugar a una actividad frenética para conformar mayorías de gobierno, a poder ser para evitar que lo haga el PP.
Dados los pobres resultados que se esperan del PSOE, parece que este partido va a convertirse en la levadura necesaria para hacer subir el “bizcocho” postelectoral. Y es que desde la irreversible profesionalización de la política que venimos sufriendo en los últimos tiempos, la dirección de este partido tiene que “colocar” como sea a sus fieles. Por eso, todo hace pensar en que, tras las elecciones, el PSOE se convertirá en una agencia de pactos (una especie de INEM) para emplear a los numerosos desocupados que todavía tienen en sus filas desde que fueron desalojados del poder tras las últimas elecciones.
La urgencia es tanta que no importa con quién pactar. Lo de menos serán los futuros socios de gobierno y sus programas y promesas electorales. La frontera intraspasable, sin que se acabe de comprender del todo porqué, será pactar con el PP. Cualquier otro que convenga para “tocar” poder (y, consiguientemente, “sueldo”) vale, sea una agrupación de independientes, una marea, un partido nacionalista, etc.
Por eso, creo que, al menos mientras no se formen las corporaciones municipales y los gobiernos autonómicos, las siglas del PSOE deberían entenderse del siguiente modo. La “P” querrá decir “pactos”, se proponen acuerdos de gobierno; la “S” significará “seguros”, es decir, con vocación de permanencia, ya que lo que se persigue es tener un puesto de trabajo duradera; la “O” se refiere a la “oferta”, que es abierta a todos los posibles pactantes con exclusión del “infectado y contagioso” PP (lo digo por lo del “cordón” sanitario; y la “E” alude a que el ámbito territorial en el que se ofrecen los pactos es toda España.
Decía el otro día el nuevo Premio Princesa de Asturias, el casi nonagenario Emilio LLedó, que la peor corrupción que existe es la de la mente. ¡Qué lucidez! ¿Cómo habría que calificar lo de pactar con cualquiera, prescindiendo de lo que hubiesen prometido, con la única finalidad de “tocar” poder y, en consecuencia, conseguir “empleo” para los suyos? Respóndanse ustedes mismos.
Otros temas José Manuel Otero Lastresel