En su intervención de hoy en los desayunos de TVE el señor Homs declaró que la vía judicial no impediría la secesión de Cataluña. La postura de Homs se inscribe en la misma línea que la del Presidente Puigdemont quien afirmó que el Estado español hacía gala de “un furor judicial inversamente proporcional a su coraje político”. Y ambos conectan con la política “victimista” de Artur Mas, que acaba de afirmar en Madrid que “España nunca tuvo un plan para Cataluña” (me imagino que los mismos que para Extremadura o Galicia) y que, en cambio, “Cataluña sí que tiene un plan para España” (tal vez sea que le deje aprovecharse todavía más de lo que lo ha hecho).
Curiosamente, en la misma sesión de los desayunos de TVE se habló del quinto aniversario de la declaración unilateral de ETA del cese definitivo en la lucha armada. Y los comentaristas coincidieron en que ETA había abandonado las armas porque había sido derrotada por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Y claro no pude menos que relacionar las dos noticias. Recordé que ETA exigía la independencia de Euskal Herría (lo que implicaba la anexión del País Vasco francés y Navarra) y que para forzar al Estado español a aceptar su enloquecida propuesta había elegido la vía delictiva del terrorismo. Y me vino a la memoria que también entonces hubo personas bien intencionadas (políticos y analistas) que propugnaban la vía del diálogo como mejor manera de solucionar el problema. Lo que sucedió es bien conocido por todos.
El discurso de los secesionistas catalanes pretende ser más sutil. Lejos de recurrir a las armas, han puesto en marcha un proceso de secesión pacífica que consiste en ignorar por completo la Constitución y creerse una nación soberana en pleno proceso constituyente.
Lógicamente, la reacción de los poderes del Estado no se ha hecho esperar. Y los avispados ideólogos del secesionismo se sorprenden del que llaman “furor” judicial tal vez porque habían pensado que solo es delictiva la vía terrorista, pero no la pacífica. Y claro olvidan interesadamente que también se puede delinquir por la vía incruenta si se incumple dolosamente la Constitución.
Lo curioso es que también ahora hay algún bien intencionado que propugna posponer la vía judicial a la del diálogo. Pero eso era posible mientras los líderes secesionistas se mantenían en el terreno de las palabras (los amparaba la libertad de expresión). Pero han pasado ya al terreno de los hechos, a los actos presuntamente delictivos, y ahí interviene otro poder del Estado, el judicial, cuya función es hacer que todos –incluidos los secesionistas- cumplan la ley y por encima de todas la Constitución.
Lo que no puedo dejar de alabar es la inmensa astucia con la que está actuando Esquerra Republicana, sobre todo porque contrasta con la manifiesta estulticia de los antiguos “Convergentes”. Y es que éstos ponen los encausados mientras los otros se siguen pavoneando ufanos por la calle -sin salida y abocada al más sonoro de los fracasos- de la “desconexión”. Y digo que no habrá desconexión porque si el pueblo español supo soportar con los dientes apretados el inmenso e injusto dolor que le causó ETA, ¿hay alguien tan iluso que pueda creerse que vamos a ceder ahora ante estos burdos amagos independentistas?
Otros temas José Manuel Otero Lastresel