No es la primera vez que Nuria de Gispert arremete contra Inés Arrimadas. En varias ocasiones, y como si Cataluña fuera solo suya y de los nacionalistas, la sargentona Nuria de Gispert (le van como anillo al dedo los dos significados de esta palabra que contiene el Diccionario de la RAE: “1.- Mujer autoritaria. 2.- Mujer corpulenta, hombruna y de dura condición”) la ha vuelto a tomar con Inés Arrimadas.
El pasado 16 de mayo de 2017 la geniuda De Gispert, negándole a Inés Arrimadas la libertad constitucional de expresar y difundir su pensamiento, así como el derecho a la crítica política, la invitó a irse de Cataluña. Es verdad que al poco tiempo la sargentona se disculpó diciendo que lamentaba lo que le había dicho a Arrimadas y que, a veces, debería contar hasta diez antes de hablar.
Sin embargo, hoy, o porque no sabe lo que es contar hasta diez, o porque tiene a Inés Arrimadas entre ceja y ceja (vaya usted a saber por qué), ha declarado: “La diputada Inés Arrimadas es una inepta e ignorante. No sabe de economía, no sabe de inversiones, no sabe de nada. Y siempre hace un mismo discurso derrotista. ¡Se debe encontrar muy mal en Cataluña! ¡Debe añorar su pueblo! ¿Quién la obliga a estar aquí?”
No me parece que la geniuda sargentona tenga la formación y la capacidad suficientes (es licenciada el Derecho, ejerció como abogada 2 años y luego se hizo funcionaria) como para tildar de “inepta e ignorante” y decir que “no sabe de nada” de una persona, como Inés Arrimadas, que ha estudiado dos licenciaturas, Derecho y Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Pablo de Olavide, y que realizó en Niza el programa Erasmus y el postgrado en Gestión Empresarial y Negocios Internacionales.
Es muy probable que la sargentona para saber lo que pasa en Cataluña oiga en exclusiva a los sectores catalanistas e independentistas, pero no al resto de ciudadanos que habitan en dicha región. Y claro teniendo únicamente como referencia a los que “se están comiendo el pastel” nada tiene de extraño que a la De Gispert le parezca injusto que alguien se queje de la situación política de Cataluña.
Por eso, antes de volver a criticar a Arrimadas, la marimandona De Gispert debería enterarse de qué piensan de la vida en Cataluña aquellos que no comulgan con el independentismo y que no viven, como ella, desde siempre de la política oficial.
En cualquier caso, De Gispert olvida que el artículo 19 de nuestra Constitución establece el derecho fundamental de los españoles a elegir libremente su residencia y a circular por el territorio nacional. Y Arrimadas en el libre ejercicio de este derecho fijó su residencia en Cataluña y, por si esto no fuera suficiente, encabezó la lista más votada en las últimas elecciones autonómicas. ¿En qué puesto quedaría la geniuda que se cree dueña de Cataluña si decidiera encabezar unas elecciones autonómicas? Aunque responder esta pregunta es hacer ciencia ficción, me jugaría hasta la legítima larga en que quedaría muy por detrás de Inés Arrimadas.
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