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Blogs Puentes de Palabras por José Manuel Otero Lastres

La lección del sábado

José Manuel Otero Lastresel

“La lección del sábado” es un libro, subtitulado “Miradas y palabras para intentar mantenerse a la vez tranquilos y excitados”, que reúne las colaboraciones semanales publicadas durante cierto tiempo en La Voz de Galicia por el Catedrático de Oftalmología Manuel Sánchez Salorio.

Si yo pudiera titular la obra la denominaría EL LIBRO DEL SABIO. Y es que el profesor Salorio es lo que en nuestra querida Galicia consideramos un verdadero sabio. En el diccionario de la RAE, las dos primeras acepciones de “sabio” son: “dicho de una persona: que posee sabiduría (esto es “grado más alto del conocimiento”) y “dicho de una persona: que posee profundos conocimientos en una materia, ciencia o arte”.

Pues bien, Manolo Salorio, como le llaman sus amigos, es sabio en el doble sentido: posee conocimientos sobre la vida en el más alto grado y posee profundos saberes de la ciencia médica en general y de la oftalmología en particular.  La lectura del libro permite comprobar la certeza de lo que acabo de afirmar.

La simple ojeada del índice del libro revela la variedad de temas sobre los que escribe el autor. Son reflexiones en las que siempre se extrae una enseñanza (el autor no puede dejar de ser lo que esencialmente es “un docente”), a pesar de que por el título no lo parezcan. Así sucede, por ejemplo, con el artículo “sobre magdalenas, vieras, aviones y una cena poco afortunada” en el que el autor se sirve de una anécdota de Marcel Proust, tomar un café con magdalenas, para remarcar el nuevo estilo literario que instaura Proust y recordarnos alguna pinceladas de su vida , como su enamoramiento de Alfred Agostinelli, que escapa y acaba haciéndose piloto de aviones.

Cada artículo revela su enorme cultura y lo certeros que son sus pensamientos, que ya se intuyen en el prólogo (Pórtico como escribe el autor) de la obra que nos ofrece Manuel Sánchez Salorio. Como reseñar el prólogo no es destripar el contenido de la obra, me voy a permitir destacar algunas reflexiones del autor que revelan por sí solas su gran sabiduría.

“Siempre se ha dicho –escribe el profesor- que cuando dos personas leen al mismo tiempo un mismo libro es como si habitasen en un mismo lugar, aunque lo hagan muy alejadas unas de las otras”. Y añade a continuación: “Más estrecha será aún la relación entre quien lo escribe y quien lo lee especialmente si el lector participa subrayando”. Frase que leo con un lápiz en la mano y tras acabar de subrayar la frase que antecede.

Otra interesante reflexión que efectúa en el Pórtico es “el periodismo es lo que se lee una vez y literatura aquello que se vuelve a leer una y otra vez”. Tienen razón en lo del periodismo. En lo de la literatura se la daría por completo si se refiriese a “la buena” literatura. Porque hoy hay muchas obras que pasan por ser literatura a las que les falta sugerir ideas que merezcan ser subrayadas con lápiz.

Y voy a finalizar con otro pensamiento que me parece brillante “Somos lenguaje y memoria pero el destino de las palabras es el olvido. Los guardianes de esa memoria son los libros. Solo ahí el tiempo, el ladrón de todas las cosas, se detiene y tranquiliza”.

Gracias a la Editorial EL Cercano las colaboraciones semanales del profesor Salorio no solo se han salvado del olivo, como subraya el propio autor, sino que ha convertido lo periodístico, que solo se lee una vez, en literatura a la que –ésta obra sí- hay que volver una y otra vez

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