En el diario ABC de hoy, se publica una encuesta de la prestigiosa empresa GAD3 cuyos resultados pronostican el mantenimiento a nivel nacional de las tendencias de las elecciones andaluzas. Aunque -como indica Narciso Michavila- las transferencias de votos no están consolidadas, ya que los electores han admitido que pueden cambiar de decisión, de celebrarse estos días elecciones generales el PP, Ciudadanos y Vox tendrían 182 escaños, mientras que entre el PSOE (104) y Podemos (38) no pasarían de 142, distribuyéndose el resto entre los demás partidos.
Como GAD3 no manipula, sino que es una empresa que ejerce de manera profesional su cometido, no tengo ninguna duda de que Pedro Sánchez y sus mantenedores van a tratar de prolongar al máximo la situación actual.
Si antes de las elecciones andaluzas querían retrasar hasta cuando pudieran las elecciones generales, los resultados habidos en esa Comunidad Autónoma y encuestas como las de GAD3 son argumentos decisivos para agotar la legislatura. Hasta ahora se podía decir que el más interesado en llevar las elecciones a 2020 era Pedro Sánchez, porque su evidente insensatez le lleva a considerar la presidencia del Gobierno de España no como lo que es, una pesada carga, sino como un puesto de trabajo para disfrutar y en el que todas son prebendas y ventajas.
Tras los resultados de Andalucía, una parte del PSOE sintió recelo y enojo no ya por la pérdida de la mayoría después de 40 años, sino porque empezó a barruntar la posibilidad de que el partido llegue a sufrir un verdadero descalabro en las elecciones generales. Pues bien, aunque a primera vista pudiera parecer lo contrario, la encuesta de GAD3 supone un balón de oxigeno para Pedro Sánchez.
Y es que sospecho que Sánchez jugará con los resultados de la encuesta para forzar a sus “socios” a que aprueben los Presupuestos Generales de 2019 con la amenaza de que en caso contrario tendrá que convocar elecciones y entonces volverá a gobernar el centro derecha que, al revés que el actual PSOE, está para pocas bromas con la cuestión del independentismo.
La mayoría que aprobó la moción de censura no dudará en volver a apoyar a Sánchez cuantas veces haga falta porque a todos les va mejor con él que con un gobierno serio que defienda la Constitución. A todos estos grupúsculos de parlamentarios, en la medida en que sienten aversión por España y en que piensan que cuanto pero vaya todo es mejor para sus aviesos intereses, Sánchez en la presidencia es una bicoca de la que habrá que disfrutar mientras dure.
Pero no sería totalmente sincero si no finalizase diciendo que si por fin se confirman los resultados que avanza GAD3 –cosa que estando por medio esta empresa es muy verosímil- a Sánchez y sus adláteres les queda poco tiempo para enredar en beneficio propio y en contra de España. ¡Ojalá que los votos acaben consolidándose para que gobiernen cuanto antes los indubitadamente constitucionalistas!
Otros temasPolítica José Manuel Otero Lastresel