Como seguramente muchos de ustedes habrán tenido ocasión de comprobar los simpatizantes del PP –y tal vez aquellos otros a los que no les gustan las traiciones- están inundando las redes sociales con la petición al citado partido de que aproveche su mayoría absoluta en el Senado para enmendar los presupuestos y retirar los beneficios exclusivos que tuvo que otorgarle el Gobierno a el partido nacionalista vasco para que dieran su voto favorable a los mencionados presupuestos.
Yo me sumo a esa iniciativa, pero centrando mi petición exclusivamente en la prebendas que iban a conseguir los habitantes de esa región española. Con esto quiero decir que el PP debe limitarse a enmendar los presupuestos en lo que suponían un beneficio tan solo para el País Vasco.
Me refiero, en concreto, a subida de inversión del 32% más que el año pasado, 509 millones de euros, lo que contribuiría a impulsar la construcción de los tramos pendientes del AVE en Euskadi. Habrá quien piense que la seriedad del PP como partido político de Gobierno le impide actuar vengativamente. Pero no se trata de una venganza, sino de cargar con las consecuencias de un previo incumplimiento por parte del PNV.
En efecto, ya era indignante que por causa de la aritmética parlamentaria una región de España como el País Vasco, habitualmente privilegiada por el gobierno central, pudiese obtener ulteriores ventajas económicas porque el otro gran partido de Gobierno, el PSOE, se negara a hacer algunas concesiones presupuestarias al PP. Pero hubo que tragar con ello.
Pero si el PNV, en lugar de mantener al PP en el gobierno, prefirió dar sus votos a Pedro Sánchez, la salida del PP del gobierno de la Nación es una circunstancia que altera las condiciones del pacto (juego de la cláusularebus sic stantibus) y habilita al PP, que ya no tiene que administrar esos presupuestos, para poder desvincularse legítimamente del cumplimiento de ese privilegio presupuestario.
Creo que los simpatizantes del PP no entenderían que, tras la humillación que sufrió Mariano Rajoy, no solo los tomaran por tontos, sino que les obligaran a pagar los platos rotos.
Otros temas José Manuel Otero Lastresel