“Discurrir fuera de razón” es el segundo significado que da el diccionario de la RAE a la palabra desbarrar. Pues bien, si tenemos a la vista las declaraciones que ha hecho recientemente este forastero a Radio Nacional y Onda Cero, no puede llegarse a otra conclusión que Echenique desvaría.
Así, en Radio Nacional se mostró en contra de que todos los españoles costeen la defensa del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ante la justicia Belga a causa de la demanda interpuesta por el golpista fugado Puigdemont. Y en Onda Cero añadió que lo sensato es que el magistrado se pague sus propios abogados. Además de que el Estado viene obligado a pagar a los jueces los gastos de abogado como consecuencia de un Convenio entre el Gobierno y el Consejo General del Poder Judicial cuando actúan, como sucede en este caso, en el ejercicio de sus funciones constitucionales, resulta chocante que Echenique habla de lo deben o no costear los españoles y de que qué es lo sensato en tema de imputaciones al gasto público.
Y es que mal puede hablar de lo que antecede, quien no solo ha defraudado a la Seguridad Social sino que pagó a un empleado en dinero negro. No creo equivocarme si digo que Echenique se benefició de la Seguridad Social española, ante lo cual cabría preguntarse si está bien que todos los españoles paguemos los gastos de seguridad social de alguien que no ha tenido reparo alguno en defraudarla. A lo que cabe añadir que si pudiéramos preguntarle a los españoles qué prefieren costear los gastos de abogado del magistrado Llarena o el sueldo de diputado a Echenique, estoy seguro de que la gran mayoría se inclinaría por atender al ejemplar Magistrado.
Pero no discurrió fuera de razón en ese solo caso. Echenique realizó otras dos afirmaciones que no tienen desperdicio. La primera se refiere a la polémica de los lazos amarillos y sobre ella, además de mantener que no ver diferencias entre poner y quitar los lazos, sostuvo que todas las partes debía contribuir a sosegar los ánimos mientras que el PP y Ciudadanos hacían todo lo contrario, “echaban gasolina al fuego”. O sea que oponerse a que los independentistas usen en público símbolos que suponen acusar a nuestros jueces y tribunales de “prevaricadores” es echar gasolina al fuego, y no loes , en cambio, menospreciar y denigrar a esos servidores del Estado.
Y por si todo lo anterior no fuera poco, Echenique declaró “cuando uno está en política su primer objetivo debe ser que, con sus actos y declaraciones, intentar mejorar a tu país, hacer que la convivencia sea mejor y solucionar los problemas”. Me perdonarán si pienso que Echenique no cree en sus propias palabras, sino más bien en todo lo contrario. ¿Es eso lo que aconsejó el líder de su partido a Nicolás Maduro: que tenía que intentar mejorar a su país, hacer que la convivencia fuese mejor y solucionar problemas? Ustedes mismos.
Otros temas José Manuel Otero Lastresel