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Blogs Puentes de Palabras por José Manuel Otero Lastres

El injustificado apercibimiento público de Aznar al gobierno del PP

José Manuel Otero Lastresel

Los ex presidentes del Gobierno son, como es sabido, ciudadanos que, habiendo estado al frente de un partido político, contendieron en la lucha electoral, lograron el voto mayoritario del Parlamento, y dirigieron durante cierto tiempo la política de España.

El transcurso de la vida democrática hace que vaya creciendo el número de ex presidentes del Gobierno. Pero por muy valiosa que fuera su contribución a la satisfacción de los interese generales, su tiempo pasó. Desde que dejaron de gobernar, ya sea por propia voluntad, ya por mandato de las urnas, su visión de España no es más que su manera personal de ver las cosas. Y aunque sigan coincidiendo en las líneas generales con las ideas programáticas de su partido, la experiencia demuestra que suelen diferir de la política de sus sucesores en cuestiones más o menos puntuales.

En los casas de discrepancia, la cuestión que se plantea es ¿debe un ex presidente hacer públicas sus divergencias políticas con el gobierno de su propio partido? Adviértase bien que no planteo que no pueda tener diferencias con su partido –no hay nada que lo impida-, sino solamente si debe hacerlas públicas.

Viene esto a cuento porque en la excelente entrevista que publica hoy ABC de Bieito Rubido y Montserrat Lluis al ex presidente Aznar, éste reclama “una rectificación enérgica, creíble y suficiente para recuperar el electorado”, llegando a afirmar que “hoy no se sabe si el Partido Popular defiende la vida o el aborto, la unidad de España o la presencia de Bildu en las instituciones, las clases medias o la presión fiscal”.

Estoy completamente seguro de que Aznar sabe perfectamente que el PP defiende la vida, la unidad de España y a las clases medias. Y lo digo porque si de verdad pensara que no es así, el ex presidente ya nos habría señalado los documentos o las declaraciones de los órganos de representación del partido en los que se sostienen tales directrices políticas.

Pero suponiendo que el ex presidente fuera sincero al pensar de este modo la pregunta es ¿por qué no se limita a defender sus ideas en el ámbito interno de su partido? ¿Hay alguna razón que justifique hacer públicas esas opiniones?

Las declaraciones del señor Aznar parecen más una especie de apercibimiento político público hacia el actual presidente del gobierno y sus directrices políticas que la conducta esperable del presidente de honor del partido. Este cargo y su condición de ex presidente del Gobierno en representación del PP son condiciones suficientes para que pueda hacer llegar internamente al partido sus opiniones, pero son justamente las que le impiden hacerlas públicas.

Perdónenme si me equivoco, pero tengo la impresión de que el señor Aznar antepuso su interés personal –que no acierto a descubrir cuál es en este caso- al interés del partido que preside honoríficamente, haciendo un daño grave e innecesario al actual gobierno. Ningún título por importante que sea convierte a alguien que no está en la política activa en un especie de guardián de las esencias de un partido. Los tiempos cambian, las cosas no son como fueron, y si alguien quiere hacer política que vuelva al ruedo.

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