Acaba de saltar a los medios digitales la noticia de que Mariano Rajoy y Albert Rivera han acordado que sus respectivos partidos inicien conversaciones para explorar fórmulas que permitan poner en marcha la legislatura y hacer posible la gobernabilidad de España.
Esta noticia puede ser más importante de lo que parece si Albert Rivera decidiera, de una vez, apostar a fondo por hacer todo lo posible para que el PP vuelva a gobernar. Y es que, como sin duda sabrán, Ciudadanos es la pieza clave que permite gobernar a Susana Díaz y al PSOE en la Comunidad Autónoma de Andalucía.
Pues bien, en estas circunstancias si el líder de Ciudadanos es sincero al afirmar que hay que hacer todo lo posible por conseguir un gobierno estable, no puede quedarse a medias tintas. No basta con ponerse de perfil y tratar de que no le moje el agua de la ducha. Porque o de verdad se hace posible la gobernabilidad de España o lo mejor es que deje de andarse en flores.
Si Albert Rivera está convencido de que lo mejor para España es un gobierno estable tiene en sus manos dos bazas muy importantes para conseguirlo.
La primera es abandonar su postura rígida y maximalista de no votar la investidura de Mariano Rajoy y cambiarla por la de votar a favor imponiendo, si lo considere oportuno, las condiciones mínimas que le parezcan imprescindibles, alguna de las cuales ya las ha avanzado y suenan muy bien, como la reforma de la ley electoral y la despolitización de la justicia.
La segunda es “pasarle la factura” ahora factura a Susana Díaz por el apoyo que le prestó en su día para obtener la investidura en la Junta de Andalucía. Es posible que entonces Ciudadanos ya hubiese conseguido gran parte de lo que exigió a cambio de su apoyo. Pero vista las actuales circunstancias Ciudadanos está plenamente legitimado para pedirle a Susana Díaz que abandere un movimiento en el seno del PSOE que persiga un doble objetivo. A saber: impedir el pacto entre el PSOE y Podemos y hacer posible la deseable estabilidad política haciendo posible la investidura de Mariano Rajoy.
La luz que puede encenderse en las oscuras y tenebrosas tinieblas que nos rodean es, por tanto, que Albert Rivera llegue a convencerse de que no es tiempo para medias tintas, sino para ponerse al frente del compromiso por la estabilidad y demostrarle a los españoles lo que está dejando vislumbrar estos días: que es un verdadero hombre de Estado.
De hacer este servicio a España, no se trataría de poner en marcha una iniciativa inexplorada con todo el riesgo que eso conlleva, sino repetir, pero ahora a escala nacional, el fructífero pacto que ha posibilitado que a Cristina Cifuentes y al PP obtener el gobierno de la Comunidad de Madrid.
Otros temas José Manuel Otero Lastresel