Esta es una historia de frío y soledad blanca, pero también de calor y compañía. Un viaje al fin del mundo con las complicaciones de un clima feroz y hostil. El barco Akademik Shokalskiy, de bandera rusa, ha pasado la Navidad rodeado de hielo, a unos 2.778 kilómetros al sur de la ciudad australiana de Hobart y cerca de la base francesa Dumont d’Urville, en el sureste de la Antártida. Allí seguía a primera hora de la mañana del 27 de diciembre, cuando Chris Turney, jefe de la expedición tecleó en Twitter: “Grandes noticias. El rompehielos Snow Dragon [chino] en el horizonte con los pingüinos. Todo el mundo muy feliz”.
Los pingüinos y el barco de rescate, a lo lejos, son los protagonistas de esta foto.
El navío ruso, con 74 personas a bordo, emitió su llamada de emergencia el miércoles 25, día de Navidad, por la mañana. Estaba rodeado de hielo, sin poder moverse, en un horizonte sin salida. El Akademik Shokalskiy recogía muestras como parte de una misión científica y además rememoraba la expedición que encabezó hace un siglo Douglas Mawson, australiano de origen inglés, geólogo y explorador de la Antártida.
Sin embargo, a pesar de las circunstancias y de todo lo dicho, nada parece dramático en este incidente. El hielo y la desolación son iguales que en tiempos de Mawson, Amundsen o el capitán Scott, pero la tecnología ha cambiado todo lo demás. Veamos: El científico australiano Chris Fogwill le ha contado a la cadena de televisión ABC cómo fue el opíparo festín navideño que se dieron, después de haber enviado la señal de alarma. Y Chris Turney, el jefe de la expedición (suya es la foto del primer plano del barco), narra el trance en tiempo real en las redes sociales. En Twitter y Facebook. Y hasta en Vine, donde ha colgado este pequeño clip:
Turney también ha apaercido en la BBC y en SkyNews, que conectaron en directo con el barco atrapado. Y en YouTube, donde todos podemos ver cómo cuenta casi como un reportero de la televisión la llegada del barco de rescate:
El Xue Long (Snow Dragon) ha empezado a romper el hielo de una forma lenta, pero constante. Y, como ha narrado Turney, ya tiene a la vista el buque siniestrado. El barco de rescate se han encontrado con una capa de hielo más gruesa de lo esperado, unos 4,3 metros. Se espera que tarde al menos doce horas de llegar al Akademik Shokalskiy.
El Xue Long fue el primer rompehielos de China, construido en Ucrania en 1993. Costó 3,7 millones de dólares.
Curiosamente, un español -Juan Menéndez Granados- está desde hace más de veinte días en la Antártida, con el objetivo de alcanzar el Polo Sur en bicicleta. En este blog se cuentan sus esfuerzos por conseguir esa meta. El Príncipe Enrique de Inglaterra también estuvo en el Polo Sur, en una expedición filantrópica, hace unos días.
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