Ya no es solo la incoherencia del casoplón de la pareja Iglesias-Montero que, cual Torquemadas, han estado mandando al paredón a todo aquel que invertía su dinero en lo que le daba la gana, en vez de repartirlo entre los más necesitados, acusándoles de un capitalismo salvaje que oprimía a los pobres.
Si no que, a esa casa de ricos de dos mil metros cuadrados, se une también una hipoteca, también para ricos. De esas que solo se dan a los millonarios, y que no están al alcance de “la gente”, de esa parte de la población a la que la pareja podemita ha manipulado con mensajes falsos, haciéndoles creer que iban a asaltar el cielo de los ricos para repartirse el botín.
Al final, el botín solo ha sido para ellos, y los demás que los aplaudían se han quedado con un palmo de narices mirando todavía al cielo a ver si cae el maná, que se ha ido directamente a la parcelita de 600.000 euros que se han comprado en Galapagar.
Yo, a todos esos que los vitoreaban, les aconsejo que, para ser igual que su líder, se dirijan a él y le pidan que también les negocie su hipoteca al 0,5 por ciento de interés. Sería una gran labor social de este Mesías de los pobres que, si consigue garantizar el derecho a la vivienda a la mitad de los acampados del 15M en la Puerta del Sol, a lo mejor podrá redimir su pecadillo de juventud, ese de querer vivir como un rico a costa de engañar a los pobres.
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España Paloma Cervillael