Torra, Pedro Sánchez y el terrorismo en Cataluña

Lo que está sucediendo en Cataluña es mucho más serio que la locura de unos dirigentes políticos irresponsables que prometen, a sabiendas de que es imposible, una república independiente en esta Comunidad, no país, por mucho que se empeñen. Que han tomado a los ciudadanos como rehenes de sus disparates y están condenando a esta región de España a la pobreza, al declive económico y al aislamiento.

Si todo lo que ha pasado estos años en Cataluña es un majaretismo colosal, nada comparable a lo que puede suceder ahora si todo un presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, no toma medidas contundentes ante las detenciones en Cataluña de los miembros de los Comité de Defensa de la República (CDR) por posesión de explosivos para acciones de terrorismo, sí de terrorismo, exigiendo al presidente Quim Torra que condene esta actividad terrorista y, si no lo hace, que rompa cualquier tipo de alianza política con esta formación política.

Si Pedro Sánchez no pone freno al inicio de lo que puede ser una escalada violenta que puede tener su objetivo en la conmemoración del segundo aniversario del referéndum ilegal del 1 de octubre, y la reacción a la sentencia de los dirigentes políticos que se pasaron por el forro la ley y la Constitución; las consecuencias futuras pueden ser imprevisibles. Y ojo, que esto ya se vivió en el País Vasco.

Esto no es ninguna broma, estos presuntos delincuentes, que querían atacar el Parlamento y un Cuartel de la Guardia Civil, han declarado que Quim Torra lo sabía todo, y que estaba dispuesto a colaborar con este plan violento.

Para intentar seguir en el poder y pasearse en Falcon por el mundo, no vale todo, y mucho menos mantener alianzas políticas con quién, supuestamente, está detrás de planes violentos, por no decir, acciones terroristas.

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