No quiero pensar que estaría pasando ahora mismo en este país si, en vez de haber sido Canal Sur, TVE nos hubiera dejado sin tomar las uvas. Rajoy, el Gobierno y el PP estarían ya lapidados, el director de la cadena pública sometido a escarnio en la plaza pública y no se sabe cuántas cosas más.
Y lo digo con conocimiento de causa porque cuando la maquinaria del PSOE se pone a rugir la ofensiva es de tal calibre que pueden llevar a más de uno a la guillotina sin posibilidad de defensa. Me estoy acordando estos días del que fuera vicepresidente del Parlamento andaluz y hoy senador del PP, Matías Conde. El PSOE le acusó de haber pronunciado en 2001 esta frase: “Los moros a Marruecos, que es donde deben estar“. Lo acusaron de xenófobo, lo ridiculizaron y, al final, resultó que el autor de esa frase, recogida por una cámara de televisión en una sesión parlamentaria, fue el socialista andaluz, Rafael Centeno, vicepresidente también de la Cámara andaluza. Centeno, al menos, tuvo la gallardía de admitir entre lágrimas su error y de poner su cargo a disposición del partido.
Pero este error humano y del que nadie debe alegrarse, ha tenido lugar en Canal Sur, la televisión socialista que nos cuesta muchísimos millones a los andaluces. Muy pocas voces se han levantado, muy poco ruido se ha hecho ante un pifia que, paradójicamente, ha beneficiado a la ciudad de Jerez, gobernada por el PP. Si hay alguna lectura positiva que se puede hacer de esta metedura de pata es que la localidad gaditana ha visto multiplicado por varios millones de personas el impacto de su anuncio publicitario de Jerez como capital mundial del motociclismo en 2015. Un golpe de suerte, sin haberlo buscado.
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