Se puede ganar a Estados Unidos, sí. Claro que se puede. “Yes, we can”. Si ellos asumen que serían capaces de ganarle un partido al “Dream Team”, cómo no va a poder la selección española vencerles a ellos en una final. Está claro que la misión no será fácil y que las opciones son reducidas, pero si España sabe jugar sus armas puede conseguirlo. Cinco pasos que deben cumplirse si se quiere sacar adelante el encuentro.
Marcador corto. Para sacar adelante el encuentro, la selección tiene que conseguir que el partido no se vaya a los cien puntos. Ahí es imposible hacer frente a los americanos, que promedian casi 120 puntos por partido. Hay que manejar el ritmo del choque y rebajar la velocidad. Por primera vez, el arma de España no debe ser el contragolpe. No hay que caer en el intercambio de golpes.
Juego interior. Es la única parcela donde España es netamente superior a Estados Unidos. Reconocido por todos (incluso por los propios norteamericanos), el juego interior de la selección debe ser la base del ataque. Marc Gasol debe ser el canalizador del juego. Su asociación con Pau o Ibaka puede hacer mucho daño a EEUU, que no tiene por ahí hombres para hacer frente al juego entre pívots. Además, la imaginación del jugador de los Grizzlies para dar pases imposibles dará facilidades también a los hombres exteriores.
Acierto en el perímetro. Es fundamental que estemos acertados, rozando el 50% en el tiro de tres. Lo hemos conseguido en algunas fases del torneo (segunda parte ante Rusia), pero se ha echado de menos en algunos jugadores como Juan Carlos Navarro. Sin la amenaza exterior, ellos podrán cerrarse más entorno a los Gasoles y ahogar el juego en la zona.
Tempo del partido. Es el momento de Calderón, uno de los mejores en las semifinales contra Rusia. Sobre él recaerá la responsabilidad de rebajar el ritmo. Entrar en un partido de ida vuelta ante los americanos sería un suicidio, tal y como pudo verse durante el amistoso disputado en Barcelona.
Disfrutar. Salir a la cancha sin presión. El objetivo está cumplido. Llegar a la final era todo lo que podía exigirse a esta selección española, que ha llegado hasta aquí con muchas dificultades (más de las esperadas) y que ahora debería relajarse y disfrutar del momento. Sacar a relucir la alegría, que muestre su mejor juego. Solo así podrá ser capaz de soñar con el oro.
Otros temas Emilio V. Escuderoel