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Blogs Pasando por el aro por Emilio V. Escudero

Brasil, peligro bajo sospecha

Emilio V. Escuderoel

El debate acerca de si habría que dejarse ganar ante Brasil (hoy, 21.00 horas, en ABC.es) se convierte en fútil cuando uno repasa la nómina de jugadores de la selección americana. Pensar en “dejarse” frente a un equipo que cuenta en sus filas con Splitter, Barbosa, Nené o Marcelinho Huertas es, cuanto menos, ir de sobrados.

Tras dieciséis años ausente de los Juegos Olímpicos, Brasil ha regresado en Londres 2012 con un equipo pleno de talento, que ya ha demostrado que es capaz de ganar a cualquiera. Lo avisó en un amistoso ante Estados Unidos y lo recordó contra Rusia hace unos días, ante la que cedió solo por un triple afortunado de Fridzon en los últimos segundos.

El hombre que llevó al oro a Argentina en 2004 es el que dirige los destinos de Brasil. En un intento de encontrar nuevos retos, Rubén Magnano asumió el banquillo brasileño en una tarea que no era sencilla. Lo primero que le tocó fue convencer a alguno de los jugadores para que respondiera a la llamada de la selección, algo que no resultó fácil en algunos casos.

Nené Hilario y Barbosa, sus dos jugadores NBA más destacados, llevaban años sin acudir a la llamada nacional, pero este año, de la mano de Magnano, aceptaron el reto de devolver el brillo a una selección que ostenta tres medallas olímpicas, todas de bronce.

El brasileño es un equipo equilibrado, con talento en todas sus posiciones, aunque es el juego interior donde más brilla. Por ahí, nombres como el del propio Nené, Varejao o Splitter dan una muestra del potencial que atesoran. El jugador de los Wizards fue junto a Marc Gasol uno de los agentes libres más cotizados la pasada temporada en la NBA. Su emparejamiento con el español será uno de los duelos más bonitos del choque, aunque no el único.

El que fuera MVP de la Liga Endesa hace poco tiempo se las verá con Pau Gasol. Tras hacerse un hueco en los Spurs, Thiago Splitter ejerce de líder brasileño sobre la cancha. Promedia 12 puntos y casi 6 rebotes por partido y por sus manos pasan casi todos los balones del ataque sudamericano. Su complemento ideal se llama Varejao, viejo conocido de la afición azulgrana, que encontró acomodo en los Cavaliers a la sombra de James, pero que tras la marcha del alero a Miami se ha quedado huérfano de éxitos.

Por fuera, el que manda es Leandrinho Barbosa, un trotamundos de la NBA que a sus 29 años sueña con la medalla olímpica. Aunque ha perdido velocidad, su muñeca sigue siendo un seguro al que habrá que ponerle freno.

La manija del equipo tiene sabor “español”. Marcelinho, el héroe azulgrana de la pasada Liga Endesa, está jugando a un nivel altísimo. No sólo por sus 11 puntos de media, sino por las más de seis asistencias que reparte por encuentro. El relevo es cosa de extremos. Por un lado, Raul Neto, el jovencísimo base del Lagun Aro (20 años), cuya experiencia olímpica le vendrá muy bien para el futuro; por el otro, Marcelo Machado, el veteranísimo base del Flamengo, que a sus 37 años disputa los que serán sus últimos Juegos Olímpicos.

El resto del equipo aparecen como complementos con un denominador común: la calidad. De Marquinhos Vieira a Caio Torres, pasando por Álex García o Larry Taylor. Todos buenos recambios, pero sin el brillo de los anteriores.

Con Magnano, Brasil realiza un juego alegre, parecido al de la selección. Les gusta correr al contragolpe y buscar la pintura, donde consiguen más de la mitad de sus puntos (44 de los 78 que logran por partido).

Pase lo que pase, el encuentro estará bajo sospecha, a pesar de que unos y otros ya han declarado que saldrán a ganar. No habrá quien acuse al perdedor de haberse dejado ir en un momento determinado o de haber dado descanso a uno u otro jugador.

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