Tras dos semanas alejado de las canchas, llega el momento clave para el español, que regresará esta semana al equipo en plena tormenta de resultados
Se fue acusado por el dedo de la prensa. Señalado por alguno de sus compañeros como el culpable del mal momento del equipo. Había casi unanimidad en cuanto a que los problemas pasaban todos por sus manos, pero fue marcharse y agravarse la situación de unos Lakers que caminan lejos de la zona noble del Oeste.
Quince días después, todo está listo para el regreso del español. Tras recibir la visita de su fisioterapeuta personal, las rodillas de Pau Gasol están preparadas para volver a la cancha a pleno rendimiento. Pero la prueba real, no será comprobar su estado físico, sino ver hasta qué punto mejoran los Lakers con su presencia y la de Nash (que regresará pocos días después). Ese momento marcará el devenir de la franquicia y el futuro de Pau.
Así lo ha reconocido en más de una ocasión Mike D’Antoni, empeñado en esperar a tener todas sus piezas para decidir sobre un posible traspaso del español. Si las cosas funcionan, Pau mantendrá su estatus dentro del equipo. Si la caída continúa, las puertas a un traspaso estarán abiertas durante la Navidad.
Hablando ayer con Juan Antonio Orenga, nuevo seleccionador nacional, me decía que su sello personal en los equipos que ha dirigido ha sido siempre el de poner la táctica al servicio de los jugadores y no al revés. Una máxima que debería tener en cuenta el técnico angelino, al que muchos (como Magic Johnson) le han pedido que no utilice un sistema de juego de contragolpe con unos jugadores que, en su mayoría, no sirven para correr.
NBA Emilio V. Escuderoel