El Palacio de Deportes fue ayer el reflejo de cómo un mismo objetivo puede vivirse de manera tan diferente. Sobre la cancha, el Barcelona y el Estudiantes, ambos finalmente clasificados para la Copa del Rey, cuyo sorteo, por cierto, se celebra el lunes (12.00 horas). El mismo objetivo conseguido, pero reacciones muy diferentes.
Para unos, los locales, la clasificación fue un éxtasis. Se vivió como si ya se hubiera levantado el título. Después de las dificultades de los últimos años, volver a estar en una fase final de la Copa del Rey supuso una alegría inmensa y más de la forma en la que se consiguió. Ir a Vitoria es el regreso del Asefa Estudiantes a la élite del baloncesto nacional. Confirma un proyecto sólido encabezado por Vidorreta y cimentado en la misma fórmula de cantera y compromiso que ha trufado de éxitos la historia colegial. Alegría, pues, para una grada que ha sabido sufrir y que ayer encontró su premio cuando el Obradoiro cedió en Badalona.
Enfrente, el Barcelona también sellaba su clasificación copera. Gestos de tristeza y rostros desencajados. La mayor derrota de la temporada y una sensación extraña. No hubo amagos de satisfacción. Acostumbrados a la victoria, esta clasificación a hurtadillas para la Copa es casi un fracaso. Sin Navarro, el equipo es una caricatura que puede perder con cualquiera. Ayer, no solo cedió ante el Estudiantes, sino que lo hizo con una claridad que hace temer lo peor en futuros envites.
El sorteo que se celebra hoy en Vitoria podría deparar un duelo entre el Real Madrid y el Barcelona en cuartos de final, ya que por primera vez en años, el conjunto de Xavi Pascual no será cabeza de serie. Sí lo será el propio Real Madrid, el Caja Laboral, el Valencia Basket y el Herbalife Gran Canaria, que no podrán enfrentarse entre sí y que lo harán ante Asefa Estudiantes, Barcelona Regal , Uxúe Bilbao y CAI Zaragoza.
La última vez que hubo un Clásico en cuartos (2009), el que salió escaldado fue el conjunto blanco, víctima de un excelso Juan Carlos Navarro (28 puntos) que es el único asidero de este Barça irregular.
Aunque parezca una contradicción, si el sorteo depara hoy un Barcelona-Real Madrid en cuartos, será una victoria para el equipo catalán. Una posibilidad de redimirse y cerrar la herida abierta tras la Supercopa y el partido de ayer. Para entonces, se espera que Navarro esté ya recuperado y pueda ofrecer una mejor versión.
Copa del Rey Emilio V. Escuderoel