Los Lakers están a un paso de la eliminación. El 3-0 con el que los Mavericks mandan en la serie de semifinales no ha sido nunca remontado por un equipo en la NBA. Un reto adicional para un equipo acostumbrado a derribar barreras. Ahora están ante la más alta de todas. Esta noche, en Dallas, empieza (o acaba) la aventura de los Lakers en busca de su tercer anillo consecutivo.
Para conseguirlo, es crucial que Phil Jackson recupere al mejor Gasol. Que el español ha bajado su producción durante los play offs es algo que salta a la vista y que ni siquiera él esconde. De los 18 puntos y 10 rebotes que ha promediado en la liga regular, el catalán ha pasado a unos registros de 13,4 y apenas 7,8 rebotes por partido. «Está claro que tengo cierta tensión. Se puede ver. Es tangible», ha reconocido el pívot de los Lakers.
En los últimos días, un sector de la prensa rosa americana ha publicado la supuesta ruptura sentimental de Gasol, lo que estaría repercutiendo en su juego sobre la cancha. «Yo siempre mantengo alejado de esos rumores, pero la gente que está cerca de mí los lee y eso está afectando de alguna manera a esta gente. Es triste, porque es falso. Si fuera verdad no me importaría. Lo acataría. Pero no es así», señaló el propio Gasol antes del último entrenamiento previo al partido de esta noche (21.30 horas).
Según afirma la prensa americana, al asunto habría llegado incluso al vestuario de los Lakers, donde habría tenido lugar una fuerte discusión entre Kobe y Gasol, algo que el español ha desmentido. «La química sigue siendo buena. Ha habido muchas habladurías, rumores e historias inventadas que no sé de donde salen, pero son desafortundas», puntualizó Pau, que también quiso restar importancia a la bronca que le echó Phil Jackson en pleno partido con los Mavericks. «Ni siquiera me di cuenta de que me estaba golpeando en el pecho. No me molestó para nada».
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