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Nacieron para ser el mejor equipo. Uno que lucharía por el anillo desde el primer momento, con cuatro estrellas en busca del título que alguna de ellas aún sueña con levantar. Kobe Bryant, Pau Gasol, Steve Nash y Dwight Howard. Los “4 Fantásticos” son, mediada la liga regular, uno de los proyectos fallidos de la NBA… si no lo remedia una reacción de última hora. Mientras eso ocurre, repasamos los números que hacen de los Lakers uno de los peores conjuntos de la liga.
24 derrotas: Solo una menos que en toda la temporada anterior. Vale que fue una liga de 66 partidos por el cierre patronal, pero son demasiados encuentros perdidos para un aspirante al título.
101,4 puntos: Son los que encaja de media en cada partido, lo que les convierte en el quinto conjunto al que más puntos le meten por encuentro. Esta cifra contrasta con los poco más de 96 que encajaba el año pasado de la mano de Mike Brown. Estilos diferentes, con el mismo fruto.
15 pérdidas: Sólo los Rockets, los Thunder y los Warriors suman más pérdidas por partido que los Lakers. Un defecto que les hace vulnerables ante el resto de los equipos.
69% en tiros libres: Ser el segundo equipo de la NBA que más tiros libres falla implica que los partidos que llegan ajustados a los últimos minutos tienes muchas posibilidades de perderlos. El bajo rendimiento de Dwight Howard en este apartado (50 por ciento de acierto) hace que en un hipotético final apretado, los rivales tengan muy sencilla la táctica a seguir… “Hack a Howard” (hacer falta al pívot angelino). Este porcentaje paupérrimo cobra importancia si tenemos en cuenta que los Lakers son el equipo que más veces acude a la línea de tiros libres
12 victorias: ¿Son muchas o pocas? Si tenemos en cuenta que me refiero a los triunfos en casa en lo que llevamos de campaña, pocas. Muy pocas. De los 22 encuentros que han disputado en el Staples Center, han perdido diez y solo han sumado doce victorias. Esa debilidad en casa hace que los playoffs se vean cada vez más lejos.
39,8 puntos: Son los que consiguen por partido dentro de la pintura, lo que evidencia una clara ausencia de juego interior, a pesar de contar en el equipo con dos de los pívots más determinantes de la liga, como Pau Gasol y Dwight Howard. Entre ambos, promedian 29,8 puntos por encuentro, muy lejos de los 37, 2 que acumulaban el año anterior jugando en equipos diferentes.
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