Tras alcanzar un acuerdo para desvincularse de los Rockets, el sueño del base pasa por acabar en los Thunder y ganar lejos de los Lakers su sexto anillo.
La salida de Derek Fisher de los Lakers fue la bomba del mercado. Una de las pocas que nos dejó el periodo de fichajes en la NBA. A sus 37 años, Fisher se vio obligado a dejar su sitio en la franquicia californiana para jugar en los Rockets. Una situación que no gustaba ni a una ni a otra parte, que tras unos días de negociaciones llegaron a un acuerdo para rescindir el contrato y dejar a Fisher otra vez libre para fichar por cualquier equipo.
Tras el buyout, Fisher deberá ahora estar tres días en la lista de disponibles de la NBA a la espera de que algún equipo reclame sus servicios, haciéndose cargo del contrato de casi 3 millones de euros que tiene vigente. Si nadie lo hace, a partir del miércoles será libre para elegir y ahí es donde comienza su venganza de los Lakers.
De los equipos interesados en él (a un precio mucho menor que esos tres millones) el que más le gusta al pentacampeón de la NBA son los Thunder, el conjunto de Serge Ibaka y Kevin Durant, aspirante número uno al anillo en la conferencia Oeste.
De hacer realidad su sueño de fichar por la franquicia de Okahoma City, Fisher estaría en la senda de luchar por su sexto campeonato, algo que parece que tendrá muy complicado Kobe Bryant, su amigo y ex compañero de alegrías en los Lakers. “El deseo de Derek de ganar un sexto anillo es lo que le mueve a continuar jugando”, reconocía su manager, Jamie Wior.
Llegar a la final con los Thunder implicaría dejar en la cuneta a los Lakers, que a pesar de los refuerzos de última hora no tienen pinta de ser candidatos firmes al título esta temporada. La venganza de Fisher está en camino.
NBA