LG G Flex es, sin duda, un terminal excepcional, tanto por sus prestaciones como por las novedades que presenta. Podríamos decir que es el primero de una nueva generación de «smartphones». Una generación en la que los materiales ya no serán duros e indeformables, sino flexibles y, además, capaces de «repararse a sí mismos» haciendo desaparecer, por ejemplo, las marcas de golpes y arañazos.
El G Flex llega con Vodafone desde los 79,36 euros más tarifa de contrato, según el Plan Vodafone que seleccione el usuario.
Si se escoge el plan Base: GB, el usuario lo podrá obtener por 299 euros más 30,36 de la tarifa Base. Con Smart S, pagarían 7 euros más de tarifa, y el móvil le saldría por 289 euros.
En caso de tener en plan Red S se pagarían 249 euros por el equipo más la cuota mensual de 49,36 euros.
Aunque Flex es curvo (700R, que equivale a un círculo con un radio de 70 centímetros), es capaz de resistir hasta 45 kg de peso. Si aplicamos esa fuerza sobre el terminal apoyado en una mesa, conseguiremos aplanarlo por completo, pero al soltarlo volverá a su forma original. Cabe destacar que ha sido necesario aplicar este grado de flexibilidad también a todos sus componentes internos, desde la placa base a la pantalla o la batería, lo cual conlleva una considerable complejidad técnica añadida. La pantalla no es de cristal, como en el resto de los «smartphones», sino de plástico OLED, el mismo material del que están hechas las pantallas de los nuevos televisores curvos de LG.
La carcasa, además, está revestida por una capa de material autoregenerable. Lo cual significa que es capaz de recuperarse por completo de los inevitables arañazos que todo teléfono sufre cuando lo llevamos en el bolsillo. De esta forma, si la carcasa sufre un raspón (por ejemplo al rozarse con una llave), veremos cómo, ante nuestros propios ojos y en cuestión de minutos, el arañazo desaparece por completo.
Las dos características, flexibilidad y material autorreparable, garantizan que podemos disponer de un teléfono «nuevo», sin marcas ni golpes, durante mucho más tiempo. La pantalla del Flex es de 6,2 pulgadas, Oled HD, pero la propia ergonomía del terminal (su forma curvada) consigue que a pesar de su gran tamaño se pueda sujetar cómodamente con una sola mano. Y también que al hablar el teléfono se «adapte» a la forma de la cara, haciendo muy cómoda cualquier conversación. El terminal pesa 177 gramos y tiene un grosor de apenas 7,9 milímetros.
En cuanto al procesador, monta un Snapdragon 800 a 2.26 GHz, el mismo que la firma coreana implementó en su Optimus G2 el año pasado. Flex cuenta con 2 GB de memoria RAM y 32 GB para almacenamiento, ampliables con tarjetas micro SD. La batería, de 3.500 miliamperios, consigue, gracias a una tecnología propietaria, durar hasta un 30% más que otras de las mismas características. Algo que se nota al terminar un día entero de uso con más del 50% de la carga aún disponible.
El nuevo Flex cuenta con una cámara de 13 megapíxeles y la función Knock On, que permite «despertar» o apagar el teléfono con dos toques de dedo sobre la pantalla. Otra práctica función es la posibilidad de acceder directamente a la zona multimedia (Home Theatre) desde el salvapantallas, es decir, con el móvil bloqueado. Para ello basta con colocar el terminal en posición horizontal y separar dos dedos sobre la pantalla, comi si ampliáramos una fotografía. Se abrirá un «telón» y quedarán al descubierto los vídeos, la música y las fotos, para un acceso inmediato.
También es posible utilizar dos aplicaciones al mismo tiempo dividiendo en dos mitades la pantalla y abriendo una app diferente en cada mitad, una característica, por cierto, que ya incorporan terminales de la competencia, como los Samsung Galaxy S4 o Galaxy Note. Las dos aplicaciones abiertas corren simultáneamente. Para acceder a este modo, bastará con mantener pulsada dos segundos la tecla de retorno. Al hacerlo, aparecerá en el centro de la pantalla una lista de apps y no tendremos más que arrastrar las dos elegidas a la izquierda o a la derecha de la lista.
LG Flex llega con Android 4.2 Jelly Bean y su precio, en el mercado libre, será de 799 euros. Sin embargo, el terminal será comercializado en exclusiva durante tres meses por Vodafone, que lo asociará a sus diferentes tarifas.