La unificación de las fuerzas
Existen cuatro fuerzas fundamentales en la Naturaleza: electromagnetismo, fuerza nuclear fuerte, fuerza nuclear d��©bil y gravedad. Cada una de ellas cuenta con una partÃcula “mensajera” que es la que transporta la unidad mÃnima de cada fuerza concreta (por ejemplo, el fotón para el electromagnetismo y los bosones W y Z para la fuerza nuclear d��©bil). Y los fÃsicos están convencidos de que es posible unificar las cuatro fuerzas en una única teorÃa que las englobe a todas.
A finales del siglo XIX, James Clerk Maxwell dio el primer paso hacia esta “gran unificación” al descubrir que la electricidad y el magnetismo son, en realidad, una única fuerza que se manifiesta de dos formas diferentes. La partÃcula mensajera para ambas, en efecto, es la misma: el fotón.
Ahora, el bosón de Higgs harÃa posible “unificar” con el electromagnetismo tambi��©n la fuerza nuclear d��©bil, que es la responsable de la desintegración radiactiva de las diferentes partÃculas. Basta pensar en los avances que permitió la comprensión de la fuerza electromagn��©tica (unificada) para darse cuenta de la importancia, y las posibilidades, que tendrá la nueva “fuerza electrod��©bil”.Â
Mucho más adelante, quizá, será posible unificar tambi��©n la fuerza nuclear fuerte (que es la responsable de la cohesión de los núcleos atómicos y cuya partÃcula mensajera es el gluón) y la gravedad, la aut��©ntica “bestia negra” de la FÃsica actual, ya que se resiste más que ninguna otra a ser “cuantificada” por los cientÃficos.
SupersimetrÃa
Otra teorÃa que seguramente se verá afectada (y mucho) por el descubrimiento del Higgs es la de la SupersimetrÃa. Según esta idea, cada una de las partÃculas conocidas debe tener una “superpartÃcula” asociada, muy parecida a su “socia” pero con caracterÃsticas sutilmente diferentes, entre ellas una masa mucho mayor.
Y a pesar de que hasta ahora no hay evidencias experimentales que la validen, la SupersimetrÃa resulta enormemente atractiva porque podrÃa contener las claves para la unificación de las dos fuerzas de la Naturaleza que aún se nos resisten, las ya citadas fuerza nuclear fuerte y la gravedad.
E incluso podrÃa suministrar una partÃcula candidata a ser la unidad mÃnima de materia oscura, esa “otra clase” de materia de la que no sabemos prácticamente nada y cuya existencia conocemos sólo por los efectos (gravitatorios) que produce en la materia ordinaria, que sà podemos ver.
Dicen que, en pleno siglo XIX y durante una presentación pública, un polÃtico preguntó a Michael Faraday, descubridor de la inducción electromagn��©tica, para qu��© demonios podrÃa servir su descubrimiento. A lo cual Faraday respondió: “señor, no estoy muy seguro, pero es más que probable que dentro de veinte años usted cobre impuestos por ello”.
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