Su nombre es Solar Probe Plus y viajará hasta donde ninguna otra nave ha podido llegar hasta ahora.
De vez en cuando, el Sol emite de forma explosiva oleadas de partículas que, cuando llegan a la Tierra, pueden causar estragos en las redes eléctricas, los sistemas de navegación de los aviones y los satélites de telecomunicaciones. Estas enormes explosiones, decenas de veces mayores que la Tierra, se conocen como Eyecciones de Masa Coronal (CME por sus siglas en inglés) y liberan al espacio densas nubes de partículas cargadas eléctricamente y que son capaces, incluso, de arrancar literalmente parte de las atmósferas de los planetas que encuentran por el camino. Además, claro está, de alcanzar naves espaciales y astronautas y “bañarlos” en una radiación altamente dañina.
Lo malo es que, hoy por hoy, esos eventos suelen pillarnos por sorpresa, ya que no es posible predecir cuándo sucederán exactamente, ni con qué intensidad nos golpearán. De hecho, sólo los vemos después de haberse producido, lo que nos deja un tiempo de reacción mínimo, de apenas unas horas, para tomar las debidas precauciones. Por eso, comprender por qué el Sol emite ocasionalmente esas mortíferas oleadas de partículas podría ayudar a los científicos a predecir el “tiempo espacial”. Y saber con antelación cuándo esas partículas solares golpearán la Tierra sería de gran ayuda para, por ejemplo, desconectar las centrales eléctricas o poner en marcha los protocolos de emergencia entre la población.
Ahora, la NASA se ha propuesto terminar con estas peligrosas incertidumbres y se dispone a lanzar, entre el 31 de Julio y el 19 de agosto de 2018, su nueva sonda Solar Probe Plus, una nave que será capaz de llegar hasta donde ninguna otra ha podido hasta ahora. En palabras de Lika Guhathakurta, investigadora de la misión. “será la primera vez que podamos tocar, probar y oler el Sol“.
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Ciencia